La anorexia y la bulimia son los dos tipos de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) más conocidos, pero existen muchos otros como: el trastorno por atracón, el trastorno por evitación, el trastorno por rumiación, la vigorexia o la ortorexia. Estos trastornos mentales, que padecen entre el 1 y el 3% de la población, son los que mayor mortalidad presentan.
El motivo de estas altas cifras se debe a que cuatro de cada diez afectados no se recuperan o lo hacen solo muy parcialmente, tal y como argumenta la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD).
"No es casual que suelan aparecer sobre todo en la adolescencia, alrededor de los 13-18 años, una etapa en la que surgen una serie de conflictos y complejidades que generan problemáticas en las personas", manifestó el catedrático de la Universitat de Barcelona Fernando Fernández Aranda, durante su intervención en el 26º Congreso de la SEPD en Palma.
Aunque la mayor parte de los adolescentes afrontan esta etapa de tránsito y conflictos consigo mismo con normalidad, las personas con vulnerabilidad tienen un mayor riesgo de desarrollar un TCA.
El psicólogo clínico lamentó que a los trastornos de la conducta alimentaria no se les haya dado históricamente la importancia que tienen, sobre todo teniendo en cuenta que los TCA son los trastornos mentales que mayor tasa de mortalidad presentan.
Esta, según precisó, se sitúa en torno alrededor del 6% y se debe sobre todo a una elevada tasa de suicidios y a las complicaciones de salud propias de los TCA, que también generan altas cifras de morbimortalidad.
El especialista destacó el impacto a largo plazo que presentan los trastornos de la conducta alimentaria sobre los afectados y sus familiares, el cual también contribuye a la comorbilidad de los TCA con otros trastornos mentales, lo que se conoce como patología dual.
El porcentaje de pacientes con TCA que tienen otro trastorno mental, según Fernando Fernández, varía en función del momento en el que se atiende a las personas afectadas.
Además, durante su participación en el congreso remarcó la importancia de introducir la perspectiva de la patología dual en el abordaje de estos TCA.
"Esta perspectiva es necesaria porque vemos que los casos de pacientes que presentan TCA junto con abuso de sustancias son aquellos con mayor severidad y psicopatología, rasgos de personalidad más disfuncionales y más afectados a nivel cognitivo", comentó el experto.
Aunque todos los problemas de salud mental mencionados al principio del artículo se marcan dentro del grupo de los TCA, cada uno afecta al paciente de una forma diferente, según describe la Asociación Contra la Anorexia y la Bulimia: