A menudo, el trastorno bipolar se confunde con la depresión, de hecho, se estima que el 40% de los diagnósticos son erróneos. A esta problemática hay que sumarle los retrasos en la diagnosis que oscilan, de media, entre un mes y ocho años. Para poner fin a esta problemática, o reducirla en la medida de lo posible, el hospital Clínic y el Sant Joan de Dèu, ambos en Barcelona, están desarrollado un test sanguíneo que identifica al paciente bipolar.
Cerca del 6% de la población española -2,5 millones de personas- padece depresión mayor y en torno al 2% -alrededor de 900.000- trastorno bipolar. Confundir ambas patologías y administrar un tratamiento inadecuado pone en riesgo la salud, aumenta las comorbilidades y el coste del sistema, subraya Eduard Vieta, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Clínic de Barcelona, a EFE.
Cuando el cerebro funciona mal envía señales, igual que lo hace un hígado, y captando esas señales o biomarcadores a través de un análisis de sangre se identifican alteraciones en las moléculas de ARN que pueden detectar una depresión bipolar no diagnosticada, explica el mismo.
El trastorno bipolar tiene un componente genético altísimo, pero el estudio desarrolla también la epigenética y mide la exposición a factores ambientales.
Vieta explica que el paciente que se somete a este análisis de sangre tiene que tener "una depresión suficientemente intensa y grave para que sea una enfermedad. Algunos tipos de depresiones vienen por causas genéticas y biológicas y no circunstanciales, por eso el test ayuda a distinguir unas de otras".
Este experto sostiene que el futuro está en la psiquiatría de precisión. "Hasta ahora la diagnosis se hacía en base a información clínica: el paciente te cuenta qué le pasa y la familia completa la información. Este campo de biomarcadores en sangre permite tener pruebas que verifican la sospecha".
El paciente bipolar tiene subidas y bajadas de ánimo que van precedidas de episodios maníacos. "Si a una persona con trastorno bipolar le tratas con antidepresivos como si fuese una depresión normal puedes disparar las subidas y tener un problema enorme", advierte.
El estudio myEDIT-B que desarrollan estos dos hospitales junto a dos centros de Francia y Dinamarca está financiado por la UE y estará validado en España a finales de año, con una fiabilidad cercana al 90%. Una vez conseguida la marca CE, los investigadores confían en que el test entre en la cartera de servicios del sistema de salud.
Para la bipolaridad el tratamiento pasa por estabilizadores del humor con fármacos como el litio. "Te sacan de la depresión sin empujar hacia arriba, que es cuando el paciente hace compras desaforadas o tiene comportamientos desinhibidos llegando a comportarse de forma inapropiada".
La edad media de inicio es los 20 años, pero también hay niños, adolescentes y adultos jóvenes y casos que empiezan en etapas más tardías de la vida.
Vieta recuerda que el índice de suicidios en población con trastorno bipolar puede llegar al 20%, y es la patología con más riesgo de quitarse la vida.
Este escenario demuestra la necesidad del diagnóstico temprano como el test sanguíneo, implantado en Italia en 2023 y en Francia este año, con el aval de la red europea EIT Health.
Otro beneficio del test es que normaliza la psiquiatría al haber una prueba objetiva que puede quitar el estigma. "Nadie te culpa por tener infección de orina o neumonía, pero en la depresión hay mucha culpabilidad. El hecho de que haya una psiquiatría de precisión es un primer paso para que la depresión y la bipolaridad no se vea como algo oscuro, solo porque el cerebro se conoce menos y es más complejo", señala.