Los platos típicos de México se caracterizan por su picazón, de hecho, son los menos los que se atreven a probar las comidas que llevan los chiles más picantes. Uno de los que se ha lazado a la piscina ha sido Ibai Llanos, pero no ha salido muy bien parado: "Jodido en un hospital mexicano, me acaban de pinchar en el culo y no puedo ni sentarme. No vuelvo a tomar picante en mi vida, paradme si me veis haciéndolo", escribía en su cuenta de X mientras el streamer pasaba la noche en el hospital.
La tolerancia al picante depende de lo que se esté expuesto a este tipo de comida por lo que la non grata experiencia de Ibai Llanos puede pasarle a cualquier persona cuya tolerancia no sea muy alta. De hecho, la población de Sudamérica y de Centroamérica -zona donde se ubica México- es la que más tolerancia tiene al picante debido a su mayor exposición por sus hábitos gastronómicos y culturales, evidencia un trabajo del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINUSA).
A pesar del suceso del streamer, no hay que "demonizar" al picante ya que al igual que puede tener efectos negativos en el organismo, también resulta beneficioso para la salud. Mónica Acha, dietista-nutricionista y tecnóloga de los alimentos, explica en su canal de YouTube los pros y los contras de este tipo de comidas.
Ingerir "un poquito" de picante, en función de la tolerancia de cada persona estimula la secreción de jugos gástricos, empezando por la salivación. Esto significa que el picante ayuda, en cierta medida, al sistema digestivo a hacer su trabajo adecuadamente, seleccionando los nutrientes con los que se debe quedar y desechando las sustancias que no aportan nada al organismo.
Otro de los beneficios del picante es que tiene efecto vasodilatador, es decir, ensancha los vasos sanguíneos. De esta forma, la sangre circula mejor beneficiando al transporte del oxígeno y de los nutrientes a las células y a la recogida de las sustancias de deshecho. La dietista-nutricionista indica que "a veces se puede utilizar incluso para el ejercicio físico" en proporciones moderadas.
También tiene cierto efecto analgésico, es decir, su ingesta puede reducir la sensación de dolor. "Los receptores del picante son los mismos que los del dolor por lo que compiten por esa sensación", explica la experta en nutrición.
Como último punto Mónica Acha destaca la capacidad del picante para estimular el metabolismo. Esto se traduce en un aumento del calor y en un mayor consumo de energía que "podría ser de ayuda para aquellas personas que tienen exceso de peso" aunque no es ni mucho menos un sustituto del ejercicio físico.
No obstante, a pesar de sus beneficios, también puede presentar una serie de complicaciones sobre todo en "aquellas personas que tienen un sistema delicado" al padecer gastritis, úlceras, reflujo...
La capsaicina, la propiedad que le da el picor a los chiles, irrita la mucosa intestinal por lo que si una persona, aunque esté totalmente sana, come algo muy picante sin estar acostumbrada puede provocarle problemas digestivos.