En los últimos meses, la salud de Terelu Campos le ha obligado a alejarse de la televisión en varias ocasiones. La primera fue en el mes de marzo, esta tuvo que ingresar en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid durante cuatro días por una neumonía, y la última tuvo lugar hace apenas unos días, en esta ocasión no llegó a estar hospitalizada, pero sí que no estuvo presente en los eventos a los que tenía que acudir. El motivo de este último imprevisto fue una complicación en su edema de Reinke, una enfermedad benigna de las cuerdas vocales que sufre desde hace ocho años.
A esta patología de la laringe también se la conoce con otros nombres como laringitis crónica hipertrófica edematosa o degeneración polipoidea. El tabaco es uno de los hábitos que aumentan el riesgo de desarrollar esta afección, de hecho, los datos, referenciados en un estudio de la Universidad de Zaragoza, evidencian que el 97% de las personas que padecen un edema de Reinke son fumadores.
El reflujo faringo-laríngeo y el mal uso vocal también se encuentran en la lista de factores de riesgo. La presentadora ha explicado en alguna ocasión que sufre este problema porque no habla correctamente, además lleva operada de una cuerda vocal desde hace más de 30 años. Junto a esto añade que en su familia los problemas de garganta han estado muy presentes, teniendo en cuenta que María Teresa Campos y sus dos tíos mayores, por parte de madre, sufrieron cáncer de garganta.
Tal y como define la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL), el edema de Reinke "es un proceso inflamatorio de laringe, que puede afectar a una o ambas cuerdas vocales". Se caracteriza por "una acumulación de líquido -edema- seroso o gelatinoso, en el espacio entre el músculo vocal y la mucosa que lo cubre -denominado como espacio de Reinke-".
Dependiendo del tamaño y de la gravedad de las lesiones, los síntomas varían. En el caso de Terelu, ella matizó que tiene un edema severo. Entre los primeros síntomas la SEORL destaca una disfonía leve, pero a medida que la acumulación de líquido aumenta la disfonía empeora. "Poco a poco se reduce la potencia de la voz, el timbre pierde su mordiente y se amortigua. Posteriormente, el afectado presenta períodos de ronquera intermitente, y cierta fatiga en fonaciones prolongadas", describe la sociedad.
En el caso de las mujeres, puede llegar un momento en el que estas pierden por por completo la voz femenina, adquiriendo unas características más masculinas. "Si el edema es de grandes dimensiones puede disminuir la luz glótica y ocasionar dispnea", concluye la SEORL.
Dependiendo de la gravedad y del tamaño de las lesiones, la clasificación de Yonekawa distingue tres tipos de edemas de Reinke:
Antes de comenzar con un tratamiento propiamente dicho, lo primero es corregir los factores que han causado la afección, como por ejemplo, eliminar el tabaco y el alcohol así como centrarse en la medidas de higiene vocal.
Si no se registran mejorías, los profesionales pueden valorar el tratamiento quirúrgico -cordotomía- para corregir la lesión que "consiste en retirar la mucosa hacia la línea media, despejando, de esta manera, el espacio de Reinke y aspirando su contenido", describe la sociedad especializada.
Tras la intervención, recomiendan la rehabilitación logopédica o vocal para evitar que vuelva el edema vuelva a producirse.