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Un psicólogo deportivo especializado en niños da los porqués de la prohibición de los pasillos de collejas: provoca bullying

Javier Soriano, en el Twitch de ElDesmarque
Presentador de ElDesmarque en Twitch

Es muy habitual ver en los equipos de fútbol profesional vídeos de los jugadores haciendo los famosos pasillos de collejas o pasillito. Los futbolistas se ponen unos frente a otros y uno de los compañeros debe pasar por el medio recibiendo collejas de los demás. Es una imagen habitual que hemos visto cuando el equipo quiere homenajearle por un cumpleaños o por una renovación. Después de una demanda de la ANPA y de Abel Losada, sobdelegado del Gobierno en Pontevedra, La RFEF y LALIGA EA Sports prohibirá este hecho entre los clubes profesionales.

La preocupación nace de la violencia que provoca cuando los más jóvenes tratan de repetir lo que hacen los mayores. Hemos hablado con Javier Soriano, psicólogo deportivo especializado en niños. Él trabaja con profesionales y con los más pequeños y asegura que cuando los jóvenes tratan de repetir actividades con cierta violencia que hacen los mayores ocurren los problemas.

En el vídeo que encabeza la noticia, entrevista en el Twitch de ElDesmarque con Javier Soriano, psicólogo deportivo.

Javier Soriano, sobre la abolición de los pasillos de collejas

“La primera idea que he tenido al ver esto es que qué exageración. Y más cualquier persona que ha convivido en un vestuario. Al final piensas que se hace de una manera lúdica y para crear ambiente de grupo”, comenzó diciendo Javier Soriano al respecto. Y es que todo el mundo que haya jugado al fútbol ha tenido que pasar por esos pasillos de collejas. Seguramente, más de uno recordará algún pasillo en el que algún compañero se haya pasado de la raya y haya provocado un problema. Y es que los más pequeños aún no saben medir el límite ni del dolor, ni de la broma, ni del comportamiento social a seguir en ese caso.

“Esta gente aún no comprende este tipo de actitudes y puede reproducirlas con otros compañeros sin ningún control y de mala manera. Al final es eso creo que es una buena decisión. Estas cosas, por lo menos, no deberían ser publicadas”, nos explica.

Le hemos preguntado si esto puede desencadenar en bullying. El psicólogo ha sido muy conciso. “De hecho, se hace. Reproducen mal los ejemplos que ven. El hecho de que haya un grupo de profesionales que están celebrando la renovación o un cumpleaños −por ejemplo− con un pasillo, aunque sea en un efecto positivo, los chicos de edades tempranas y que aún están aprendiendo a gestionar esas habilidades sociales y cuándo no pasarse de la raya, tienden a repetirlo lo que ven de mala manera y exagerándolo, provocando lesiones”, explica.

Maxi Gómez recibe un pasillo de collejas en su primer día con el Cádiz

En los colegios se sigue viendo este tipo de cosas. “El A, E, I, O, U… se sigue haciendo. Todo el mundo quiere estar en un grupo y tienden a hacer lo que hace el grupo. Lo hacen por repetición y pertenecer al grupo, con el precio de llevarse alguna colleja”.

Una cosa curiosa para tener en cuenta es la diferencia que existe en estas situaciones de exclusión entre niños y niñas. El niño está dispuesto a llevarse una colleja por pertenecer al grupo. Las chicas tienen otro tipo de reacción. “Ellas tienen un nivel de madurez lo alcanzan antes. Ese deseo de estar en el grupo también lo tienen, pero lo demuestran de manera diferente. El chico es más físico, más agresivo, mientras que la chica se defiende más con la palabra y con los corrillos. Los chicos son más competitivos. Las chicas empiezan a jugar por un componente más social que por ejemplo el de ganar o proyectarse lo mejor que puedan, como es el caso de los chicos. Por ello, cuando los chicos hacen ese tipo de juegos la reacción que provoca en las chicas es de incomprensión y los ven como niños pequeños”, concluye Javier Soriano.

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