Durante las vacaciones de verano, son muchos los niños que muestran signos de aburrimiento, sin embargo, en estos casos dicho estado no tiene por qué ser malo. La experta educativa, Natalia Serrano, ha argumentado a EFE este punto de vista al evidenciar que el aburrimiento cambia la configuración del cerebro y permite desarrollar la imaginación y activar la creatividad.
Por este motivo, la investigadora del grupo Creatividad, Motivación y Autorregulación en el ámbito educativo (EDUCREAMA) de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), ha abogado por dejar de lado las pantallas para "aburrirse" en verano.
"Dependiendo del contexto", el aburrimiento puede ser bueno o malo, ha matizado la misma. En el ámbito escolar, el aburrimiento sí que es algo negativo ya que provoca pérdida de atención y concentración suponiendo una reducción en el aprendizaje, mientras que en los tiempos de espera, como por ejemplo en la sala del médico o en la parada del autobús, el aburrimiento no es malo. De hecho, utilizar una pantalla para entretenerse -algo muy habitual a día de hoy- es algo "negativo", sobre todo en los menores cuyo cerebro se encuentra en pleno desarrollo.
Según esta doctora en ciencias biológicas, los dispositivos tecnológicos evitan el movimiento, que es "fundamental" en la infancia, porque segrega unas sustancias que posibilitan que las neuronas contacten entre sí y se fortalezcan.
Además, ese movimiento es esencial para el desarrollo del sistema nervioso y también para potenciar la creatividad, que es una capacidad inherente al ser humano, necesaria para aprender y adaptarse al entorno como modo de enfrentarse a diferentes situaciones.
"Si cuando nos aburrimos nos ponemos delante de una pantalla, perdemos oportunidades de explorar nuestro entorno, seguir aprendiendo, abrir nuevas expectativas y conocer alternativas que nos van a permitir establecer nuevas conexiones", ha resaltado.
En este sentido, ha apuntado que sólo hay que dejarle una caja de cartón a un niño, que seguramente se entretenga más que con el juguete que contenía esa caja. "Una caja tiene múltiples usos, permite al niño abrir su imaginación, que es un arma muy poderosa que permite aprender, adaptarse y buscar soluciones ante los problemas", ha asegurado esta experta.
De cara al mundo laboral, un trabajador puede tener muchos títulos y puede saber mucho, pero lo que se busca actualmente es su capacidad para desarrollar la innovación y la originalidad.
Ha insistido en que el aprendizaje a través de las pantallas no es multisensorial, ya que el ser humano aprende a través de los sentidos y recibe estímulos a través de ellos. Así, en algunos centros educativos se enseñan las tablas de multiplicar con ejercicio físico o los niños aprenden a escribir las letras con los dedos en una bandeja de arena, ha explicado Serrano.
"Desconectar en ciertos momentos es muy bueno", ha subrayado, "porque nuestro cerebro, que no descansa, necesita resetearse para recibir información de forma subconsciente".
Ha aludido al "mito de la multitarea" entre los adolescentes, que desmiente que sean capaces de hacer varias tareas a la vez, ya que "cuanto más tiempo pasan con las pantallas, peores son sus funciones ejecutivas, su capacidad de planificación, memorización y atención".