La verdadera cuenta atrás de Ana Peleteiro para el debut en los Juegos Olímpicos de París 2024 comenzó hace siete días, cuando esta se despedía en sus redes sociales de todos sus seguidores. Ahora, a la atleta, y también influencer, tan sólo le queda algo más de una hora para competir en la fase de clasificaciones de triple salto femenino a partir de las 18:15, en los que serán sus segundos juegos olímpicos.
"A falta de 7 días de mi semifinal olímpica, hoy llega mi “silencio”. Digo hasta pronto a las redes sociales para focalizar toda mi energía y atención en mi objetivo", así es como comenzó Ana Peleteiro su post de despedida que ilustró con una recopilación de fotos de sus últimas semanas: entrenos, dietas, tiempo de desconexión al lado de su familia... "A los que siempre me empujáis para seguir adelante solo os puedo decir gracias de corazón, os tengo muy presentes en estos momentos. ¡Vamos Paris!", concluía.
Aunque alguno podría pensar que en estos momentos la atleta sigue estando activa en sus redes sociales -porque hace menos de 24 horas ha subido dos post en las historias de Instagram-, no es ni mucho a lo que tiene acostumbrado a sus seguidores: entrenamientos, consultorios, explicación de rutinas diarias y reels de eventos a los que acude...
La decisión de alejarse de la redes sociales mientras dure la competición es una cuestión que muchos psicólogos deportivos consideran muy acertada porque, aunque Ana Peleteiro pueda estar muy familiarizada con las redes sociales, no dejan de ser una posible distracción emocional que afectaría a su rendimiento deportivo. Uno de los que defienden esta idea en ElDesmarque es el psicólogo deportivo, Javier Soriano.
A pesar de que "la gente joven viene con el chip incorporado de las redes", Javier Soriano asegura que estas roban mucha energía, ya no sólo porque tienes que estar incorporando contenido continuamente, sino porque generan un impacto a nivel emocional que en ocasiones puede ser muy positivo, pero en otras muy negativo. "Te provocan emociones que vas a tener que gestionar y que se añaden al peso de la mochila que ya tienes con el rendimiento deportivo", argumenta el profesional.
No obstante, también añade que tomar esta decisión, la de dejar de lado las redes sociales, es algo muy personal y que los profesionales en la materia la recomiendan teniendo en cuenta el perfil del deportista con el que tratan. "Hay gente que es capaz de llegar a la pista y enfocarse en lo que tiene que hacer y otra a la que le cuesta mucho más focalizar. Forma parte de las individualidades de todos nosotros y la gente que está cerca de cada deportista sabrá qué forma de gestionar tiene cada deportista todo este tipo de cosas -un like, un hate, una victoria o una derrota-".
Soriano deja claro que en el alto rendimiento hay que evitar cualquier tipo de distracción extra. "En tiempos de competición y de rendimiento alto es recomendable no mover muchos factores que alteren tu vida y tu rutina", teniendo en cuenta que la propia preparación de una competición de tal calibre, como son los juegos olímpicos, conlleva una serie de factores de estrés y de presión que por sí solos afectan emocionalmente al deportista.