Cada tercer sábado de septiembre se celebra el Día Mundial del Donante de Médula Ósea y Sangre de Cordón Umbilical (SCU), dos tipos de prácticas que, a diferencia de la donación de sangre, son bastante desconocidas por una gran parte de la población general. En España, a diferencia de otros países, ser donante de sangre, órganos, médula ósea o sangre de cordón umbilical es algo altruista y voluntario por lo que no se recibe ningún tipo de compensación económica ni similares.
En España hay seis bancos de sangre de cordón umbilical para la donación pública, ubicados en Galicia -almacena las donaciones de Galicia, Asturias y Castilla y León-, País Vasco, Barcelona -almacena las donaciones de Cataluña, Baleares, Aragón, Navarra, Cantabria, Extremadura y Andorra-, Madrid -almacena las donaciones de Madrid y La Rioja-, Valencia y Andalucía -almacena las donaciones de Andalucía, Castilla La-Mancha y Murcia-. Esto significa que aunque sólo hay esos en todo el país, estos tienen asociados múltiples hospitales en los que se puede llevar a cabo la donación de todas las comunidades.
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) explica que hace años se descubrió que en la sangre del cordón umbilical se encuentran las células madre sanguíneas, "especializadas en la renovación de todas las células de la sangre", es decir, glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.
"La sangre de cordón umbilical normalmente se desechaba tras el nacimiento del bebé", pero cuando se evidenció que se podía utilizar para el trasplante -a día de hoy es la principal utilidad-, "comenzaron a guardarse unidades y así fueron creándose los bancos públicos de SCU en todo el mundo".
El trasplante de SCU puede "indicarse en enfermos que padecen determinadas enfermedades congénitas o adquiridas de la médula ósea, tales como las leucemias agudas o crónicas, etc.
Al igual que ocurre con el resto de donaciones, no todo el mundo -en este caso no todas las mujeres- pueden donar sangre de cordón umbilical; por ello, la Comunidad de Madrid establece una serie de requisitos básicos:
En cuanto a los trastornos, enfermedades y tratamientos que no son compatibles con la donación de SCU:
En cuanto a las características del recién nacido, su peso tiene que ser superior a 2.500 g y sin síntomas de infección, con APGAR -valoración tras el parto que determina determina qué tan bien toleró el bebé el proceso de nacimiento- superior a 8 y con buena evolución a los 10 minutos.
A pesar de cumplir todos los requisitos, cada caso debe valorarse de forma individual por el equipo médico porque puede haber otra serie de contraindicaciones más concretas.
La donación se hace en el momento del parto, concretamente tras el nacimiento del niño, a través de una técnica muy sencilla. Cuando se pinza el cordón umbilical se realiza en este una punción antes de que la placenta salga del útero. De esta forma se recoge la sangre contenida en el cordón umbilical y se almacena en una bolsa específica.
Aunque se trata de un proceso inocuo tanto para la madre como para el bebé, cuando alguno de los dos presenten complicaciones esta práctica no estará indicada.