Astenia otoñal: por qué se produce y cómo evitar o reducir esta fatiga, según los expertos

Apenas quedan tres días para el paso de estación al otoño y siete para el cambio de hora, que este año tendrá lugar entre la noche del 26 al 27 de octubre (cuando el reloj marque las 3:00 habrá que retrasar los relojes a las 2:00), aunque la llegada de las lluvias y la bajada de las temperaturas ya nos están preparando para este cambio.

Es posible que durante este tiempo, especialmente cuando se produzca el cambio de hora, algunas personas estén más irritables, con peor humor, más cansadas, desconcentradas.... síntomas que se conocen como 'astenia otoñal'. Esta situación no es una patología como tal, sino que "puede entenderse como un proceso de adaptación al cambio de los factores ambientales antes citados, los cuales provocan síntomas de fatiga, somnolencia diurna, dificultad de concentración, aturdimiento", explica Dr. Santiago Taboada Rivas, miembro de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Aunque estos síntomas pueden resultar molestos, no duran toda la estación de otoño ni mucho menos, de hecho, "no exceden las dos semanas de duración" y hay formas de evitar o, al menos, reducir estos efectos.

Los grupos de edad más sensibles al cambio

Aunque no existen evidencias claras, "algunos estudios afirman que hay una mayor prevalencia en hombres que en mujeres, un 56% en hombres frente a un 44% mujeres", destaca el miembro de SEMG.

"En cuanto a los rangos de edad, los niños y los ancianos son más sensibles a estos cambios ambientales de estación que personas adultas de mediana edad", añade.

Otros informes apuntan que durante esta época las personas que sufren de Trastorno Depresivo Mayor (TDM) -esto sí que es una enfermedad- pueden desarrollar 'depresión estacional', la cual "es más frecuente en las latitudes más altas y se cree que la falta de luz de día es un factor etiológico importante".

Consejos para evitar o reducir la astenia otoñal

A pesar de que los expertos consideran que este cambio de hora, el de otoño, es el menos perjudicial para la salud, los ritmos circadianos van a sufrir una alteración, y por consiguiente, tienen que adaptarse por lo que los efectos en muchas personas son irremediables, pero sí que pueden reducirse, en cierta medida, siguiendo las recomendaciones del Dr. Taboada.

• Anticiparse al cambio de horario, adaptando gradualmente la rutina diaria a la nueva hora antes de que este cambio se produzca.
• Llevar un horario regular del sueño.
• Llevar un horario regular de comidas, menos alimentos calóricos y más frutas y verduras. Desayuno fuerte y cenas ligeras.
• No es preciso el aporte de vitaminas, si no una correcta alimentación.
• Abundante hidratación.
• Realizar ejercicio moderado.