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¿Puedo ponerme la epidural si tengo un tatuaje lumbar? Un médico desmonta el mito

Mujer con un tatuaje lumbar (Foto: Freepik)
Escribo sobre salud entre médicos y deportistas

Los tatuajes están a la orden del día, de hecho, cada vez son más las personas que tienen alguno. Si perteneces a este grupo, es probable que, sobre todo si eres de la época en la que se llevaban los tribales en la zona lumbar, hayas escuchado en alguna ocasión que si te tatúas esa zona del cuerpo no te pueden poner la epidural. ¿Hasta qué punto esto es cierto?

Debido a la preocupación que genera esta creencia, especialmente entre las mujeres que quieren ser madres, en 'ElDesmarque' hemos querido resolver esta duda de la mano de un experto en la materia, el Dr. Nicolás Brogly, vicepresidente de la Sección de Obstetricia de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR).

Sobre los usos de la epidural

Antes de profundizar en dicha cuestión, es conveniente explicar qué es la epidural y para qué se utiliza, ya que a pesar de ser una técnica anestésica bastante conocida puede que haya algunas dudas.

"La técnica consiste en puncionar la espalda entre 2 vertebras, identificar el espacio epidural -entre la duramadre (capa exterior que cubre la médula espinal) y el hueso- e insertar un catéter que permite la inyección de un anestésico", explica el profesional. Dependiendo de la zona que se quiere anestesiar, "se puede colocar un catéter epidural desde la zona lumbar hasta la zona cervical", añade el mismo.

Por un lado, sirve para anestesiar e intervenir quirúrgicamente, y por otro, calma el dolor después de operaciones o durante el parto. En este último caso "se coloca a nivel lumbar y permite aliviar el dolor de las contracciones, gracias a dosis bajas", siendo "la técnica de referencia para calmar el dolor del trabajo de parto".

"No hay contraindicación, pueden estar tranquilas"

Si bien "la literatura científica nunca ha documentado ningún caso de complicaciones segundarias a la realización de una analgesia epidural atravesando una zona de piel tatuada", el Dr. Nicolás Brogly apunta que esta controversia comenzó a expandirse a principios de los años 2000 tras la publicación de diversos casos clínicos; sin embargo, en todos estos, las complicaciones se debían a otras causas.

El "riesgo" que apuntaban dichas publicaciones "era que al atravesar la piel tatuada, la aguja epidural podía arrastrar pigmentos de tinta, la cual teóricamente podría tener un efecto neurotóxico sobre los nervios situados en la columna lumbar".

Por este motivo, algunos "siguen recomendando que se realice una pequeña incisión cutánea de 2-3 mm en la piel para que la aguja entre directamente en zona subcutánea sin tocar la piel tatuada y evitar así el teórico arrastre de tinta".

Tatuador haciendo un tatuaje (Foto: Freepik)

El matiz es que este procedimiento de prevención puede modificar el tatuaje por lo que "es importante informar a la paciente antes de realizar esta técnica y obtener su consentimiento".

No obstante, el profesional reitera que "no hay contraindicación a realizar una analgesia epidural en una paciente portadora de un tatuaje por lo que nuestras parturientas pueden estar tranquilas", tal y como también apunta este estudio de 'La Presse Médicale'.

¿Es conveniente evitar los tatuajes lumbares?

A pesar de la no contraindicación, "los anestesiólogos sí preferimos realizar la analgesia epidural en una zona no tatuada [...] es raro que todo la espalda esté tatuada, por lo que procuramos encontrar una zona de piel intacta para realizar la técnica".

Esto significa que "cada paciente es libre de tatuarse donde quiera si lo desea ya que no le perjudicará a la hora de solicitar una analgesia epidural", concluye el miembro de SEDAR.

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