A medida que se cumplen años, las caídas son más peligrosas, de hecho, cuando estas se producen en personas mayores "son un importante problema de salud pública" pues "conllevan un alto riesgo de dependencia funcional, hospitalización, institucionalización y mortalidad" y se relacionan con una pérdida de calidad de vida, problemas de movilidad y gasto sanitario, contextualiza la Información Farmacoterapéutica del Gobierno Vasco.
La realidad que muestra la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) es que "el 30% de los mayores de 65 años y el 50% de los que superan los 80 años tienen al menos una caída al año", y la mitad de estos volverán a caerse ese mismo año.
Fracturas, traumatismos en la cabeza o lesiones en partes blandas son algunas de las lesiones graves más comunes que presentan entre el 5 y el 20% de estas personas, mientras que en la población de 70 años o más, "las caídas son la causa principal de muerte por lesiones".
Son muchos los factores de riesgo que están detrás de estas caídas, algunos de ellos son inevitables, como por ejemplo el envejecimiento o las enfermedades crónicas, mientras que otros sí que son prevenibles, como es el uso de ciertos medicamentos.
Y es que "a pesar de que existe evidencia de la asociación entre ciertos medicamentos y el riesgo de caídas, hay una falta de concienciación del problema entre los profesionales sanitarios, las personas mayores y sus cuidadores".
Antes en los tipos de medicamentos que aumentan el riesgo de caída, otros de los factores de riesgos que enumera la OCU son los siguientes:
Algunos estudios e investigaciones denominan a estos medicamentos FRID -Fall Risk Increasing Drugs- que en español significa 'fármacos que aumentan el riesgo de caídas', y destacan especialmente los "psicótropos y determinados medicamentos cardiovasculares" porque "por su mecanismo de acción" pueden provocar los siguientes síntomas:
Entre los psicótropos, el informe del Gobierno Vasco enumera los antidepresivos, antipsicóticos, hipnóticos sedantes, antiepilépticos, opioides y antiparkinsonianos; mientras que entre los cardiovasculares se encuentran los antihipertensivos, antagonistas de receptores alfa-adrenérgicos, nitratos de acción prolongada y antiarrítmicos.
Si bien no hay suficiente evidencia científica clara, los antiinflamatorios no esteroideos, los laxantes, los inhibidores de la bomba de protones y los antiagregantes plaquetarios "son también FRID potenciales"; y por sus mecanismos de acción (coinciden con los expuestos arriba) destacan los antimuscarínicos urinarios, inhibidores de la acetilcolinesterasa, antihistamínicos sedantes, relajantes musculares e hipoglucemiantes.
Por último, además de los fármacos en sí mismos, la polimedicación -consumir más de cinco medicamentos al día durante un tiempo superior a seis meses-, los cambios recientes de medicamentos y los que no son revisados desde hace tiempo aumentan el riesgo de caídas.