La Organización Mundial de la Salud (OMS) categoriza la obesidad como una "compleja enfermedad crónica" que se extiende a pasos agigantados por todo el mundo, especialmente por los países donde el sedentarismo y los alimentos ultraprocesados están a la orden día. Aunque no es fácil "curar" dicha patología, se contemplan diversos tratamientos, entre los que destaca la cirugía bariátrica.
Sin embargo, no todas las personas con obesidad son aptas para someterse a este procedimiento pues deben cumplir una serie de requisitos. Uno de ellos es que el resto de tratamientos no quirúrgicos hayan fracasado, es decir, que los cambios en la alimentación, el ejercicio físico y el tratamiento farmacológico no hayan surtido efecto.
La cirugía bariátrica "es un conjunto de procedimientos quirúrgicos para el tratamiento de la obesidad grave", resume el Hospital Clínic de Barcelona que dependiendo de las características del paciente y de la valoración médica consiste en extirpar una parte del estómago -gastrectomía vertical o tubular- o en reducir el volumen de este -bypass gástrico- o una mezcla de ambos procedimientos -derivación bilio-pancreática o cruce duodenal-.
Más allá de los tratamientos previos a los que se tiene que haber sometido una persona con obesidad antes de valorar la cirugía bariátrica, existen otra serie de requisitos para poder pasar por quirófano. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) incluye los siguientes:
Se trata de una intervención quirúrgica con una tasa de éxito alta al conseguirse "la reducción del 20 al 40% del peso corporal inicial dependiendo de la edad y del tipo de cirugía"; resultados que se suelen mantener en el tiempo siempre y cuando la persona adquiera unos hábitos de vida saludables de acuerdo a su nueva situación.
No obstante, también presenta inconvenientes ya que tras la cirugía tan solo podrá comer líquidos, al cabo de las semanas pasará a una dieta blanda y por último a una dieta equilibrada y de acuerdo a sus necesidades. "No solamente se debe comer poco, sino que se debe comer lentamente y masticando muy bien todo lo que se ingiere", recuerda la SEEN.
Además, "desde el punto de vista nutricional puede aparecer déficit de vitaminas, hierro, calcio, proteínas" lo que significa que la persona tendrá que tomar suplementos de vitaminas y minerales "de por vida" que el endocrinólogo ajustará de acuerdo a sus niveles sanguíneos.
En primer lugar, este tipo de cirugía se realiza bajo anestesia general con todos los riesgos que conlleva este procedimiento por sí solo; respecto a la mortalidad tras la cirugía es menor del 1%, pero pueden aparecer otras complicaciones: