Es una realidad, la enfermedad renal crónica va en aumento debido al envejecimiento de la población y al aumento de casos de hipertensión y diabetes. Si bien se sabe que la detección precoz es clave para evitar que esta avance a su forma más grave, sigue siendo una afección infradiagnosticada cuya tasa supera el 40%, según datos del Ministerio de Sanidad.
A día de hoy, la prevalencia de esta enfermedad en España se sitúa en uno de cada siete adultos, cifra que en 2100 se estima que aumente al 24% de la población, según el laboratorio farmacéutico AstraZeneca.
Con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra el segundo jueves de marzo, la ministra de Sanidad ha incidido en la intención de crear un Plan Nacional De Salud Renal dentro de la Estrategia de Cronicidad con el objetivo de "promover hábitos de vida saludables y de poner en marcha intervenciones para la identificación precoz y el control de las causas más frecuentes de esta enfermedad, como la hipertensión arterial o la diabetes".
La enfermedad renal crónica (ERC) "indica que los riñones están dañados" lo que significa que "no pueden filtrar la sangre lo suficientemente bien" afectando a todo el organismo, explican desde National Kidney Foundation.
Una de las razones por la que está infradiagnosticada es por su ausencia de síntomas en los primeros estadios de la enfermedad, los cuales comienzan a aparecer cuando esta empeora y se acumulan niveles altos de desechos en la sangre.
Si esta se detecta de forma precoz es posible que pueda retrasarse su evolución o incluso detenerse, sin embargo, si "continúa empeorando, puede producir insuficiencia renal" que conlleva diálisis o un trasplante de riñón.
Entre los factores de riesgo de ERC, la Sociedad Española de Nefrología diferencia los no modificables y los que sí lo son. En el primer grupo se incluyen los siguientes:
Entre los factores de riesgo modificables, esta misma sociedad enumera los siguientes:
Las autoridades inciden en la importancia de la detección precoz, no solo por el buen pronóstico de la enfermedad si se trata a tiempo y adecuadamente, sino porque la forma de detectarlo cuesta "menos de un euro por persona", tal y como indica el comunicado del Ministerio de Sanidad.
Este es el bajo coste de medir la creatinina plasmática y calcular el filtrado glomerular en un análisis de sangre, así como la albúmina en una prueba de orina.