Están a punto de cumplirse seis meses desde que la DANA arrasó decenas de pueblos dejando más de 200 muertos. Un suceso que ha marcado un antes y un después en la actuación previa y posterior de las catástrofes medioambientales.
Teniendo en cuenta que los fenómenos meteorológicos extremos adversos van a aumentar a medida que se incremente la temperatura media global, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha elaborado una guía que recopila una serie de medidas "sobre cómo actuar en caso de una situación de este tipo, tanto a corto como a medio plazo" dirigida a "administraciones, profesionales, comunidades y sociedad civil".
Esta serie de recomendaciones no solo se centra en evitar el mayor número de víctimas posible, sino que también busca combatir la desinformación y saber actuar frente a las consecuencias colaterales de dichos sucesos. Por ello, la guía de la SEE trata el asunto desde once perspectivas diferentes:
Los riesgos "secundarios" que abarcan las catástrofes medioambientales son: la transmisión de enfermedades por vectores -mosquitos o roedores-, la exposición a sustancias tóxicas, la contaminación de las aguas, el empeoramiento de la calidad del aire, los peligros físicos por el arrastre de objetos de las inundaciones y la falta de suministro de agua potable, gas y electricidad. Por todo ello, estas son algunas de las recomendaciones de la SEE:
Las personas con ingresos bajos o con trabajos informales, los menores de edad, las de edades avanzadas, institucionalizadas o con discapacidad, los pacientes oncológicos -por el hecho de evitar que sus tratamientos se paralicen- o las embarazadas son algunos de los grupos más vulnerables ante estas catástrofes y se debe priorizar su atención.
En esta misma línea, el apoyo psicológico es fundamental, pues el estrés postraumático y los episodios de ansiedad son especialmente frecuentes entre quienes sufren pérdidas materiales o personales.
La SEE también hace hincapié en el mantenimiento de las coberturas de vacunación y en la revisión del estado de estas vacunas en aquellas "personas que hayan resultado heridas o que hayan estado en contacto con materiales contaminados".