El running cada vez cuenta con más fieles. El hecho de que el número de corredores amateurs esté aumentado es algo positivo, pues convertir el ejercicio físico en un hábito presenta beneficios para la salud. El problema aparece cuando no se valora abandonar dicha práctica bajo ningún concepto, es decir, cuando salir a correr se convierte en una adicción.
A este comportamiento se le ha puesto el nombre de 'runnorexia' y aparece cuando el día a día de una persona gira en torno al entrenamiento, modificando su alimentación, su estilo de vida, las relaciones sociales, entre otros hábitos, según contextualiza una investigación de la Universidad Internacional de La Rioja.
Tal y como apunta dicho artículo, parece que cada vez hay un número mayor de corredores vulnerables a padecer el Síndrome de Dependencia del Ejercicio, entendido como " un trastorno clínico en el que el deportista no está dispuesto a alterar o suspender los regímenes de entrenamiento a pesar de las contraindicaciones médicas para el cumplimiento continuo del entrenamiento".
Otros estudios a los que este hace referencia han diferenciado dos tipos de adicción a correr, la positiva y la negativa. La primera se entiende como una actividad agradable que causa placer y euforia al provocar unos efectos mentales que aparecen al correr de forma regular durante, al menos, cuarenta minutos seguidos.
En el lado opuesto, referencian la adicción negativa a correr "como aquella que domina la vida de una persona, de manera que llega a tener una actitud compulsiva, centrando su vida en salir a correr o competir en carreras y terminando por tomar decisiones que afectan al resto de su familia".
Si bien el término de 'runnorexia' aún no se contempla en las clasificaciones diagnósticas oficiales, se utiliza porque las personas que lo sufren presentan una serie de síntomas conductuales, fisiológicos y psicológicos que se asemejan a los que padecen las personas con trastornos por uso de sustancias.
Aunque aún es demasiado pronto para hablar de un perfil de persona que sufre 'runnorexia', el autor del estudio mencionado, Joel Manuel Prieto Andreu, ha observado una serie de características que podrían hacer que dicha persona sea más vulnerable a convertirse en adicto a correr.