La fiebre por el running cada vez cuenta con más fieles, y es que para muchos ya no solo es una forma de hacer ejercicio físico, sino también una vía de escape en su día a día y una manera de relacionarse con los demás.
En el Día Mundial del Running, que se celebra cada primer miércoles de junio, algunos profesionales de la salud han querido reflexionar sobre la importancia de practicar este deporte "con cabeza y con criterio" para evitar lesiones y aprovechar los máximos beneficios posibles.
Una de las expertas que ha profundizado en este fenómeno global es la farmacéutica y divulgadora sobre hábitos saludables de vida en redes, Mar Santamaria Sala. Esta ha dado diez claves para disfrutar del running sin poner en riesgo la salud y que pueden ser adquiridas tanto por los nuevos corredores como por los más experimentados.
El primer punto clave que da la también Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, es que lanzarse a correr sin un revisión previa de tu estado de salud con el que partes puede pasarte factura.
Una vez hecho esto, es conveniente confeccionar un plan realista y con objetivos concretos, considerando por qué modalidad empezar, la frecuencia, la intensidad y la duración del entrenamiento.
Antes de salir a correr, especialmente si lo hacemos al aire libre, hay que tener en cuenta la meteorología, sobre todo en verano o en plena temporada de alergia primaveral. "Hay que asegurarse de que vamos bien equipados, en consonancia con la temperatura y la humedad", tanto de ropa como de calzado, indica la profesional.
De primeras no podemos lanzarnos a correr a la máxima velocidad, pues el riesgo de lesión aumenta, sino que hay que empezar suave con ejercicios de movilidad, estiramientos y andar o trotar, para así calentar los músculos y las articulaciones.
Al correr al aire libre, "el fotoprotector es nuestro aliado" en cualquier época del año. "Nos cuida la piel expuesta frente al daño solar, la acumulación excesiva de radicales libres en la piel y contribuye a la regulación de la temperatura corporal", enumera la farmacéutica.
Antes de correr, debemos partir con un buen nivel de hidratación que debe ser mantenido durante toda la marcha y repuesto al final, en función de la intensidad y la duración del esfuerzo.
Aunque queramos dar el 100%, hay que escuchar al cuerpo y no forzarlo más de la cuenta, a pesar de que no cumplamos el objetivo propuesto en dicha sesión. "Si en algún momento notamos molestias musculares o malestar persistente, taquicardia fuera de lo habitual o algún otro síntoma, hay que parar progresivamente. Si no acabas de reponerte o las molestias duran (más allá de unas simples agujetas), consulta con tu profesional de salud de referencia", detalla la divulgadora de contenido.
Tras terminar de correr, lo más conveniente es estirar "para ayudar a liberar la musculatura y las articulaciones" y hacer "un buen automasaje para acabar de relajarnos".
Mujer concentrada mientras practica deporte al aire libre (Fuente: Freepik)
Si eres un aficionado del running por salud, "lo ideal es que, en tu día a día, también sigas cuidándote" evitando los alimentos ultraprocesados, el alcohol y el tabaco, al mismo tiempo que apostando por los alimentos frescos y de calidad.
"No hay que suplementarse porque sí, sino hacerlo con criterio", pues no todas las personas tienen las mismas necesidades. Por ello, si se apuesta por la suplementación deportiva debe estar bien indicada y pautada por un profesional en la materia.
Existen multitud de dispositivos para registrar la actividad mientras corremos y que permiten ver cómo vamos evolucionado con el paso de las semanas y meses. Siempre y cuando estos parámetros no se conviertan en una obsesión, "pueden ser una fuente de motivación adicional y de autoconocimiento".
"Lo importante es adaptar la práctica de correr a cada persona, a su estado de salud y condición física, para que el cuerpo se vaya adaptando de manera progresiva", concluye la profesional Santamaria Sala.