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El viaje de Panenka a los orígenes de Juanito para rememorar el mítico penalti

VÍDEO: Así calcó Panenka su penalti del 76 en Fuengirola.
Periodista malagueño. Delegado en Málaga.

En el estadio Santa Fe de Los Boliches ya no hay albero. Dejó paso, como tantos otros, al césped artificial. Pero siguen las gradas de cemento escalonadas y la portada del estadio tiene un tejado a dos aguas color barro. El fútbol añejo se conserva bien en este lugar de Fuengirola, territorio que vio nacer a Juan Gómez 'Juanito' y que este sábado ha multiplicado su mística con la visita de Antonín Panenka, el inventor del penalti más famoso e imitado de la historia.

La selección de veteranos de Eslovaquia, con el héroe de la Eurocopa de 1976 como principal atracción, viajó al municipio malagueño para enfrentarse a la Asociación de Veteranos de Fuengirola, recientes campeones de España, en un partido amistoso que inicia una alianza malagueño-eslovaca que va mucho más allá del fútbol. Una iniciativa del Ayuntamiento fuengiroleño que reunió a un centenar de curiosos en las gradas.

El resultado del partido (2-4 ganó Eslovaquia) fue realmente lo de menos. En las filas del Fuengirola jugaba, por ejemplo, el ex de Málaga CF y Atlético de Madrid Jesús Gámez, ahora embajador del Málaga, o el entrenador exmalaguista Antonio Tapia, que también dirigió al Fuengirola en los ochenta. La curiosidad brotaba por todos los flancos: el portero de Eslovaquia resultaba ser el ministro de Turismo y Deportes, Dusan Keketi, que dijo ser mejor político que portero: "No era tan bueno y por eso soy ministro", comentó entre risas.

Aquella extinta selección checoslovaca resultó campeona de Europa en 1976, ante la Alemania del portero Sepp Maier, rendido a la parábola de Panenka. Hasta tres miembros de la plantilla triunfante estuvieron en Fuengirola: el propio Antonín, centrocampista goleador, y los defensas Karol Dobias y Ladislav Jurkemik. Los tres marcaron sus penaltis en la exhibición del descanso.

El mítico Antonín Panenka posa en Fuengirola antes de lanzar su penalti. (Foto: A. Fuentes)

Panenka decidió la tanda a su manera

El momento icónico llegó en el descanso del partido. Una tanda de penaltis entre veteranos del Fuengirola y de Eslovaquia, con la participación de los tres campeones de Europa. Con 3-3 en el marcador, lo mejor se dejó para el final.

Con el '7' a su espalda y 75 años en su DNI, Antonín asumió el riesgo, como cuando estaba a once metros de la gloria en aquella Eurocopa. Con tranquilidad cogió el balón Adidas Telstar, mismo modelo que se utilizó en 1976 -y que el propio portero al que debía superar, Julio Osuna, se encargó de comprar por eBay para replicar hasta el más mínimo detalle- y las miradas se centraron en su penalti. ¿Lo tirará como todos esperan?

Osuna lo interrumpió para hacerse una foto con él antes de vencerse a su izquierda. Panenka, todavía con bigote, atavadiado con una camiseta roja estilo retro de Checoslovaquia y con la clase intacta en su pie derecho, se la picó y entró con nieve por el centro de la portería. Era el 4-3 que daba la victoria simbólica a sus compatriotas. El gol de Panenka, cómo no, fue a su manera.

Una forma de tirarlo que le cambió la vida y aportó un punto estético pionero en el taquicárdico momento de un penalti. Desde entonces, muchos han seguido su método arriesgado, pero solo unos pocos valientes lo dominan. Dice Antonín que de 30 intentos solo falló uno. No todos, claro, los lanzaba con picadita al centro. Metió dos en el Mundial de España '82, uno cruzándola al palo contra Kuwait y con un disparo fuerte a la derecha ante la Francia de Michel Platini.

Sonrió, levantó los brazos, felicitó al guardameta, siguió fotografiándose con las decenas de personas que le mostraron su admiración y se marchó al banquillo. Antonín acababa de dejar su huella en el mismo lugar donde Juanito vivió sus últimos partidos como profesional 1991, en el CD Los Boliches. Los dos son leyenda, uno en vida y otro en la eternidad.

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