Cristina Pedroche o “El libro de reclamaciones, por favor”: lío (y muy gordo) en StreetXo

Cristina Pedroche y David Muñoz tiene un problema, y gordo. Mejor dicho, dos. Eso sí, llevan el mismo nombre: StreetXo. Si bien es cierto que DiverXo, el restaurante ‘madre’ de David va como un tiro (recientemente volvió a llevarse las tres estrellas Michelin),las dos versiones más “callejeras”, como le gusta denominarlas a Muñoz, están empezando a ver como las críticas negativas no para de subir.

Obviamente tanto StreetXo Madrid como StreetXo London siguen siendo referencias en cuanto a la gastronomía mundial, pero las voces en contra están creciendo de manera preocupante.

Tanto es así que incluso Muñoz, viendo que buena parte de sus inversores en Londres han optado por vender su activos, ha tenido que arriesgarse y comprar su parte. Por otro lado, Cristina nunca pierde la oportunidad de promocionar los restaurantes en su cuenta de Instagram, ya sea directamente a través de fotos de platos o con prendas y complementos con el logo del restaurante.

Las críticas a StreetXo

Síntoma de que algo no va bien. De hecho, hay quien incluso ha pedido el libro de reclamaciones en alguna ocasión: “Pedimos en varias ocasiones y de forma totalmente respetuosa el libro de reclamaciones. Supongo que les debe molestar bastante más que las continuas críticas recibidas por este foro, porque intentaron varias estrategias para evitar que escribiéramos en él. Por fatiga, finalmente lo consiguieron”, comentan un disgustado comensal en uno de los portales especializados.

Per hay más: “Estuvimos el viernes pasado y ha sido con diferencia de las mayores decepciones que he tenido. Quizás fuera porque iba con unas expectativas muy grandes pero realmente salí muy defraudado”, “Experiencia decepcionante: Colas para sentarte a comer, prisas de los camareros para despachar al mayor número de clientes posibles, platos con muchas "cosas" y al final no sabes lo que comes, estética de los trabajadores y del local extraña (seré que me estoy volviendo mayor?). Y por supuesto, precio carísimo para lo que ofrecen. Al final, me fijé en un detalle del tiquet: el negocio es de El Corte Inglés, así que imagino que le soltarán el parné al famoso cocinero por poner la cresta, digo, la cara, porque lo que es cocina, poca”.

Hay quien incluso va más allá: “Fui con mi novia el domingo a cenar y esperamos 40' para entrar habiendo sitio dentro y una cola que según el chico que había allí guiándola era "nada" comparado con otro días.
De los cocktails merecen la pena 2 y son bastante caros.
No recomendaría a nadie esperar varias horas de cola para comer allí.
No es que la comida esté mala, ni mucho menos, pero no hubo nada que me sorprendiera ni que me haga volver”, son algunas de las críticas de los últimos tiempos.