Luana Andrade, modelo e influencer brasileña, falleció el pasado martes al someterse a una liposucción en el Hospital São Luiz, en São Paulo. La operación se vio afectada por complicaciones médicas que acabaron con la vida de la maniquí latinoamericana.
Su novio, también creador de contenido, João Hadad, confirmó la fatal noticia a través de sus redes sociales. “Estoy desgarrado y viviendo mi peor pesadilla. Un pedazo de mi se ha ido. Con mucho pesar y mucho dolor en mi corazón me despido de mi Luana, mi princesa, mi hermosa”, anunciaba la pareja de la difunta.
“Hoy es difícil entender los planes de Dios, y no sé cuándo y si alguna vez procesaré la ausencia que harás en mi vida y en la vida de una legión de personas que amaron tu presencia”, sigue escribiendo el brasileño en la publicación que ya acumula más de medio millón de likes.
Luana acumulaba más de 488.000 seguidores en sus redes sociales, donde presumía de su saludable estilo de vida. La joven sufrió un paro cardiaco a las dos horas y media de arrancar la intervención estética, con la que perseguía la extracción de la grasa corporal.
Tras el percance, la cirugía tuvo que ser detenida y la brasileña fue trasladada de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos, donde recibió tratamientos hemodinámicos después de haberse constatado que había sufrido una trombosis. Pero poco pudieron hacer por la vida de la modelo, que perdía la vida a causa de una embolia pulmonar en el hospital privado de la ciudad del barrio de Itaim Bibi, uno de los más exclusivos de la ciudad de São Paulo.
Uno de los representantes de la influencer explicó que esta no era la primera operación estética a la que se sometía Luana: “Tenía el abdomen operado y le iban a operar las piernas. Durante la extracción de la grasa de las rodillas fue cuando ocurrió la fatalidad”.