Jorge Lorenzo no llegó a tricampeón del mundo de MotoGP por pura casualidad. El mallorquín tuvo en su padre Chicho un entrenador exigente y duro, algo que nunca ha escondido. La relación entre ambos, ya con Jorge en el Mundial de Motociclismo, no fue la mejor del mundo. Eso sí, en ningún momento criticó las formas con las que su padre le entrenó en Mallorca cuando era un niño.
No es la primera vez que Lorenzo cuenta alguna anécdota de su infancia. Una etapa que no fue nada sencilla para el mallorquín. Y es que, como él mismo explica en infinidad de ocasiones, la dureza con la que Chicho Lorenzo formaba a su hijo le dejó mucha huella. Algo que, a la vez, abraza con los brazos abiertos. Porque Jorge, si ha llegado a donde lo ha hecho en MotoGP, es gracias a esa implicación por parte de su padre. Ahora, ya retirado de los focos, Lorenzo sigue desgranando cómo eran esas sesiones de entrenamiento.
"Mi padre me hizo muy fuerte porque era muy sargento. Me acuerdo una vez que estábamos en un descampado, nos íbamos a entrar saltos, con la 80cc de motocross. Él quería que aprendiera a reducir una marcha en el aire. Porque en motocross, si después del salto viene una curva lenta, tienes que reducir en el aire, y yo no sabía hacerlo. Tenía que practicar esa técnica para que me saliera en la carrera", explica Jorge Lorenzo en blvpodcast.
El mallorquín llega al punto álgido de la anécdota desvelando cómo su padre se ponía al ver que no lograba el objetivo en cuestión. "No me salía. Él me lo explicaba, pero no me salía. Después de 150 veces, el tío empezó a perder la paciencia y empezó a coger piedras para tirármelas. Yo me escapaba de él con la moto para que no me diese", añade.
Pero si Lorenzo tuvo éxito en MotoGP fue, en parte, gracias a su padre. "Era muy duro. Muy disciplinado. Me inculcó el trabajo duro. Una de sus frases era 'el que busca, encuentra'. Siempre decía que si quería hacer una cosa y trabajas, estudias, al final lo consigues. Por contra, era muy duro. No tuve ni el amor ni el cariño que otros niños tuvieron, pero no lo cambio. Soy afortunado, porque si mi padre hubiera sido mas blando no hubiera llegado donde llegué", zanja.