Ferran Torres se pasó por el canal de Jordi Wild para mantener una larga e interesante charla con el creador de contenido, en la que ha dejado varios titulares. Natural de Foios, un pueblo de Valencia, el ahora jugador del FC Barcelona se ha convertido en una de las estrellas de la selección española. Con Wild repasa su paso por toda la cantera del Valencia, su llegada al primer equipo y su experiencia en la residencia del club ché.
Ferran ingresó a la residencia del club valenciano con 12 o 13 años debido a la separación de sus padres y la inestabilidad que podía vivir en su hogar. “Todo empieza cuando yo tengo 12 o 13 años. Mis padres se divorcian y fue algo un poco shock para mí. Eres bastante pequeño y no sabes como afrontarlo”, explica el ‘11’ blaugrana.
Su entorno, junto a su “repre”, decidió que iba a entrar a vivir en las instalaciones del club de la capital del Turia, “a vivir con la gente de fuera de Valencia. Era un caso raro, que un chaval de Valencia estuviese en la residencia”, indica Torres.
“A mí me daba vergüenza decir por qué estaba en la residencia. No lo contaba e intenta inventarme de donde era o decía que Foios estaba a 40 minutos de ahí”, reconoce el futbolista.
El ex del Manchester City reconoció ante el creador de contenido catalán los malos ratos que pasaba cada domingo cuando volvía a la residencia después de estar con su familia. “Para mí el domingo por la noche, cuando mi padre o mi madre me dejaba en la residencia, era llorar y llorar y llorar”, comienza diciendo. “Porque hasta el sábado siguiente no los ibas a volver a ver y tenerlos tan cerca, pero a la vez tan lejos era un poco duro. Porque entras en una burbuja en la que estás evadido de todo”, añadía el delantero de la selección en el canal de YouTube.
Ferran resaltó que el apoyo entre los compañeros era fundamental en la residencia y que, incluso, para algunos de los chicos con los que compartía habitación, la situación era más dura, pues no salían todos los findes, como él sí podía hacer.