La vida de las mujeres de los futbolistas está bastante estigmatizada en la sociedad. A menudo, las parejas de los deportistas están asociadas a una vida fácil, llena de dinero y lujos y vacía de preocupaciones, como explica Zoe Cristofoli en el quinto episodio de ‘WAGS: Ellas también juegan’. La serie documental estrenada en mitele PLUS profundiza en la vida personal de las wives and girlfriends of highprofile sportsmen and women y trata de desmentir lo que rodea a las protagonistas. Los ocho capítulos, ya disponibles en mitele PLUS.
La pareja de Theo Hernández habla con Juliette Pastore, pareja de Sandro Tonalli, y su amiga Chiara acerca de los pros y los contras de estar con un futbolista. “Si hago un listado, son más los contras”, expresa la novia de Tonali.
“La gente se piensa que es todo sencillo, un montón de cosas bonitas, pero también se sufre por ello”, afirma Zoe en el vestidor de su casa. Estar sola en casa o escuchar los comentarios de la gente y de la prensa son algunos de los inconvenientes que las protagonistas citan delante de las cámaras.
Pero, sin duda, una de las cosas que más molesta a Cristofoli es que “para la prensa, la culpa siempre es de la familia, de la mujer del futbolista, que no hace bien algo y entonces el futbolista juega mal”, entona.
Zoe repasa en este episodio los prejuicios asociados a su figura y las muchas críticas que ha recibido desde la prensa o en las redes sociales: “A veces han hablado cosas feas, que no estoy a la altura de Theo o que estoy solo con él por su dinero. Pero no es esa la verdad”.
Las tres italianas hablan también de la ingenuidad que tienen, muchas veces, los aficionados. “Para mi no es como la gente cree. Tienen una idea equivocada de la mujer del futbolista, concluye afirmando la dj italiana, que reconoce en ‘WAGS: Ellas también juegan’, que a veces se ven obligadas a “quedarse en casa para no generar comentarios negativos”.