Los últimos meses de Alba Silva están siendo muy intensos. Desafortunadamente, en mayo vivió uno de los peores momentos de su vida, cuando su marido, Sergio Rico, sufrió un accidente con un caballo en El Rocío. Tras más de 80 días ingresado, el portero del Paris Saint-Germain recibió el alta y comenzó su recuperación en Sevilla.
Los viajes entre París y la capital hispalense han sido un constante para la mujer del deportista, que ha reconocido en más de una ocasión estar harta de tanto viaje y mudanzas, lo que le ha costado más de un disgusto, como ha ocurrido en esta ocasión. Puedes ver la historia relatada por la protagonista en el vídeo superior.
La protagonista de ‘WAGS: Ellas también juegan’ se disponía a viajar a Filipinas este viernes junto a su hermana Maca y alguna amiga más, pero el tener todos sus enseres repartidos en tres casas diferentes hizo que no encontrara el pasaporte.
Tras hablar con la Policía, le indicaron que podía denunciar la pérdida y sacarse uno nuevo el mismo día del vuelo en la comisaría del aeropuerto. Pero Alba no contaba con el fallo del sistema informático que se iba a producir. “El sistema se ha caído y no pueden hacerlos ahora mismo. Mi vuelo sale en dos horas. Estoy tranquila, si el destino no quiere que viaje, no viajaré”, escribía en sus stories de Instagram para anunciar a sus seguidores el suceso.
El problema persistía y Alba ya daba por perdido su vuelo, a pesar de que aún quedaban algunas horas para que el avión despegase. Además, su hermana Maca le informó que la salida se había retrasado una hora más.
El sistema informático de la Policía recuperó el normal funcionamiento, por lo que Alba pudo expedir, por fin, su pasaporte. A la carrera, la mujer de Rico llegó hasta la terminal donde debía embarcar en dirección Filipinas. A pesar de que el mostrador de recepción de los viajeros ya había cerrado, una amable azafata iba a gestionar la entrada de Alba a tiempo en el avión.
Pero aún quedaba un imprevisto más en esta historia. En medio del aeropuerto, Alba se desmayó. “Cuando he abierto los ojos me he encontrado a un montón de gente alrededor ayudándome”, explica en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram.
Rocío, una de las compañeras de viaje de Alba, se encontró con la protagonista “tirada en el suelo, con las piernas para arriba y rodeada de gente”, y le informó que el avión se había retrasado aún más.
Afortunadamente, todo quedó en una intensa travesía. Alba pudo llegar a embarcar en el avión. Parece que el destino sí quería que Alba viajase.