Dani Alves se ha personado esta mañana en la Audiencia de Barcelona. El exfutbolista brasileño está obligado a presentarse todas las semanas en las dependencias judiciales de la Ciudad Condal para certificar su presencia en el interior del país. Ha llegado al Paseo Lluís Companys acompañado de su abogada y la salida de su domicilio ha llamado la atención de los medios.
Cada viernes, el exjugador del FC Barcelona deberá personarse en los juzgados, aunque esta semana, dado que el viernes es festivo, lo ha tenido que hacer hoy. Dani Alves tenía de plazo entre las 9:00 y las 14:00. Y su visita no se ha demorado. Alrededor de las 9:20 aparecía por los aledaños de la Audiencia de Barcelona junto a su abogada, Inés Guardiola.
Pero lo más llamativo de la jornada ha sido la imagen de la salida del condenado de su domicilio. Desde el lunes, cuando llegase a la casa tras abandonar la cárcel Brians 2 de Barcelona, Alves no había salido de su vivienda. Esta mañana lo ha hecho.
Y ha abandonado el inmueble subido en un coche que, como han apuntado los reporteros de ‘Vamos a ver’, él mismo le regaló a su todavía pareja, Joana Sanz. A pesar de que la modelo no se encuentre en el interior del domicilio y no tenga ni la más mínima intención de reencontrarse y reconciliarse con su marido, el coche seguía permaneciendo en el interior de la casa.
Dani Alves iba acompañado de su inseparable amigo, Bruno Brasil, cuando ha salido de su casa en dirección a la Audiencia de Barcelona. Desde allí, y antes de aparecer en la puerta del organismo judicial de la Ciudad Condal, se ha encontrado con su abogada para entrar junto a ella en las instalaciones.
Otro detalle. El futbolista, cuando ha abandonado su domicilio a bordo del Mini, portaba una máscara protectora de plástico, como aquellas que se utilizaron durante la pandemia por COVID-19.
Dani Alves está obligado a comparecer de forma semanal para verificar que se encuentra dentro del territorio español. Pero, además, debe cumplir con otras condiciones durante su libertad provisional.
El jugador ha tenido que depositar un millón de euros como fianza. También ha tenido que entregar sus dos pasaportes, el brasileño y el español, como garantía de que no va a huir de España durante el periodo que permanezca lejos de la cárcel.
Deberá respetar una orden de alejamiento de 1.000 metros con la victima y, además, estar disponible durante las 24 horas del día a través del teléfono móvil que ha facilitado en las dependencias judiciales.