La noticia de la retirada de Rafa Nadal ha dejado al mundo del deporte sin palabras. Hablar de Nadal es hacerlo de uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos en cualquier disciplina. A sus 38 años, el manacorí acumula 92 títulos a lo largo de su carrera, incluyendo 14 Roland Garros. Está claro que ningún deportista de elite compite por el dinero, sino por trofeos y gloria. Sin embargo, las ganancias económicas forman parte del combo y los deportistas las aprovechan.
Rafa Nadal no solo ha sido un fenómeno en las canchas de tenis, sino que también ha cultivado un estilo de vida que refleja su éxito y dedicación. Con un patrimonio que incluye una impresionante mansión en Mallorca, un jet privado y un lujoso yate, el campeón español ha encontrado la manera de equilibrar su vida profesional con momentos de relax y disfrute.
Cuando no está en las pistas de tenis, es habitual verle descansar en su Mallorca natal a bordo de su barco Great White, un 80 Sunreef Power valorado en más de 5 millones de euros. Lo adquirió en 2020 y tiene capacidad para 8 invitados. Su casco de estribor alberga una suite, uno de los camarotes de invitados del yate y los cuartos de la tripulación. El camarote principal, con un generoso espacio, cuenta con un vestidor, un sofá, un televisor de techo abatible sobre la cama doble y un balcón privado desplegable, según detallan las características del fabricante.
El año pasado, tras tres años de trabajos, la mansión del tenista fue finalizada. En ella vive junto a su mujer, Mery Perelló, y su hijo de dos años. La impresionante vivienda se encuentra en el núcleo costero de Manacor, zona donde reside desde niño y a 12 kilómetros de su centro de entrenamiento.
La mansión tiene más de 1.000 metros y el tenista la compró en 2013 por 4 millones de euros. Actualmente, tras la reforma, su tasación es de cinco millones y medio. Está compuesta por varios edificios sobre un terreno de 7.000 metros en primera línea de mar.
El ritmo de vida de un deportista de élite implica viajar por los cinco continentes con una frecuencia casi cotidiana, por lo que la mayoría de los iconos se decantan por comprarse un jet privado o alquilarlo. Esta compra agiliza sus desplazamientos, evita retrasos, gana en confort y evita los molestos trámites aeroportuarios.
El avión privado del deportista español ya no se fabrica. Fue un modelo que Cessna diseñó en 2000 y comenzaron a entregarse en 2006 para sustituir a su modelo C1, pero la venta de ejemplares fue tan baja que en 2016 dejaron de producirlo. Rafa Nadal es uno de los pocos propietarios de este tipo de nave y sigue gozando de los servicios premium que el fabricante otorga a sus clientes más distinguidos.
De hecho, es lo suficientemente generoso como para compartir su éxito con los demás, en este caso, también con sus rivales. En 2015, Nadal derrotó al serbio, Viktor Troicki, en la final de la Copa Mercedes, sin embargo, el español lo llevó en su jet privado, el Cessna Citation CJ+2, que, según se dice, cuesta 7 millones de dólares. Cada hora de vuelo le supone entre 3.500 y 3.800 euros, sin contar los servicios de cátering y otros servicios.
Thanks to great champion @RafaelNadal for giving us lift to London! pic.twitter.com/zIvmlZumK8
— Viktor Troicki (@troicki_viktor) June 15, 2015