Rafa Nadal cerró su carrera deportiva tras la disputa de la Copa Davis. Una difícil decisión que tomó después de los Juegos Olímpicos donde compartió pista de dobles con Carlos Alcaraz. Una decisión que entristeció a la afición del deporte en general, tras todo lo que había logrado un deportista de su categoría. Ahora, centrará su vida en otros objetivos como el mantener su Academia o disfrutar de la compañía de su mujer y de su hijo en la casa que tiene en Mallorca.
Una vivienda situada en la zona de Porto Cristo y que se encuentra ubicada a pie de costa. Además, tiene un nexo de unión con el talud de roca en el que se levanta la vivienda. De hecho, la base cuenta con muros de mierda que se desarrollan a modo de bancales. Un lugar que se encuentra a 14 kilómetros de Manacor, la localidad natal del extenista y que cuenta con una terraza desde donde se ve su catamarán y puede disfrutar de unas espectaculares vistas de la costa Mediterránea.
No es ya el hecho de estar en primera línea de playa, sino que tiene salida directa al mar. Una construcción planificada por el arquitecto mallorquín Tomeu Esteva de 7.000 metros cuadrados con espacios verdes, donde disfrutar de la naturaleza balear. Se compone de dos edificaciones interconectadas de planta baja y dos alturas. Cuenta con una cubierta a cuatro aguas, que protege las espaciosas terrazas de las dos últimas plantas, además de grandes ventanales.
La vivienda cuenta con dos fachadas, por un lado, hay un acceso al mar entre laas rocas, que cuentan con una estrecha escalera. Esta salida da a la entrada de la Cova des Correu. Mientras que el acceso a la casa se realiza a pie de calle, en una zona de Porto Cristo donde se encuentran otras viviendas unifamiliares de lujo.
Las fachadas combinan una tonalidad gris con el mármol, teniendo un color más oscuro. La terraza de la segunda planta es más abierta y luminosa, mientras que la de la primera está protegida por módulos rectangulares que ensanchan en la base el edificio.
Existe una tercera edificación con una sola planta, apartada de los dos edificios mencionados. Se encuentra junto a la piscina, complementando el conjunto y con un jardín que le rodea. El complejo además cuenta con un gimnasio al estilo rústico para que el deporte no rompa el clima tranquilo que se puede respirar en la vivienda. Paredes de ladrillo, grandes techos, y las mejores máquinas para hacer ejercicio. Una dependencia que permite ver el entorno gracias a sus ventanales.
Una cocina, además, que permite que el deportista y su mujer cuiden de forma detallada su alimentación. Un espacio blanco con encimera de mármol. Un detalle que mostró Rafa Nadal en una publicación durante la pandemia en su faceta de chef. También mostró, junto a su hermana, un salón de sofás oscuros de piel, una mesa baja y decoraciones en plateado.
Todo ello en un lugar muy especial para el exdeportista. Su abuelo, el músico Rafael Nadal, fue propietario de un edificio ubicado casi al lado del solar donde se encuentra su vivienda. También su tío, el exjugador del Mallorca y Barcelona, Miguel Ángel Nadal, cuenta con una casa en el extremo de la bahía.
Una construcción desde la que se puede contemplar su catamarán amarrado en el puerto, el Great White, de 23,95 metros de eslora y 12 de manga, valorado en 5,5 millones de euros. Lo adquirió en 2020.