La relación amorosa de Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez comenzó hace ya cerca de 9 años, en 2016, cuando el portugués era aún jugador del Real Madrid. Las calles de la capital de España enamoraron al futbolista y a la oscense, pero también fueron testigo de otra aventura sentimental de CR7.
Y es que unos años antes, también vistiendo de blanco, a Cristiano se le conoció otra pareja, la modelo y actriz rusa Irina Shayk. Habitual desde 2010 en las campañas publicitarias y pasarelas de moda más reconocidas y prestigiosas del mundo, la maniquí se ha convertido en una de las referentes en su sector.
Shayk, en ese año, comenzó a acaparar aún más focos al conocerse su idilio con el astro portugués. Entonces comenzó a ser la imagen de marcas como Intimissimi, Armani, Lacoste o Guess, así como portada de Vogue, Vanity Fair y Elle, entre otras revistas.
Su labor y éxito como modelo no ha cesado desde aquellos tiempos, pero sí lo hizo la relación con Ronaldo. Concretamente, en 2015 y debido a causas que aún se desconocen, aunque son muchos los rumores que apuntan a Maria Dolores dos Santos Aveiro, la madre del atleta, como foco de los problemas.
Y es que desde siempre, incluso ahora a pesar de ahora haber formado una familia con Geogrina, Cristiano Ronaldo vive con su madre, lo cual podría haber incomodado a Shayk.
Apenas unos meses después de romper con Cristiano Ronaldo, la modelo comenzó una relación con el actor estadounidense Bradley Cooper.
Con el intérprete estuvo hasta 2019, cuando dieron por finalizado su amor, pero la hija que tuvieron en 2017, Lea de Seine, mantiene la buena sintonía entre ellos, dejando incluso imágenes de cariño y complicidad en público.
Tan bueno es el trato entre ellos que incluso se ha rumoreado con una segunda oportunidad en la pareja, pero, supuestamente, habría sido el rapero Kanye West quien ocuparía -aunque de forma breve- el corazón de Irina. Lewis Hamilton o Tom Brady han sido otros nombres conocidos con los que se la ha relacionado.