A pesar de que el Xerez está intentando reservarlo al máximo, el césped no mejora. Los jugadores ya se han quejado en infinidad de ocasiones del estado, que no ayuda mucho a la hora de poder desarrollar el juego. Aunque no es una excusa, la plantilla está bastante preocupado por la situación del campo.
Aunque los cuidadores están realizando un gran trabajo para intentar que pueda estar en las mejores condiciones posibles, el jueves ante el Villarreal el césped estará más próximo a una playa que a un campo de fútbol.