Y es que el club presidido por Manolo Fernández ha encontrado un inversor para sacar adelante este proyecto sin que ni las administraciones públicas (Junta de Andalucía, Ayuntamiento...) ni el propio club tengan que aportar el dinero. El proyecto está en marcha y, aunque aún quedan muchas conversaciones por delante tanto con los inversores como con el Consistorio, el club está esperanzado en que por fin, de aquí a unos años, podrá contar con un nuevo campo de fútbol para el conjunto blanquiverde, que acaba de sellar su permanencia en Segunda B.
La ubicación del estadio sería una parcela colindante a la Carretera de Chipiona y frente al Hospital Virgen del Camino, en La Dehesilla, y éste estaría preparado para acoger a 6.000 espectadores en sus respectivos asientos. Los terrenos, que serían cedidos por el Ayuntamiento, seguirían siendo municipales.
Como decimos, lo diferenciador es la aparición de un grupo inversor dispuesto a hacer frente al coste a cambio, eso sí, de la explotación de los locales comerciales que rodearían al estadio. Aún quedan muchos detalles por concretarse, pero el Sanluqueño tratará de que estos derechos de explotación duren en torno a unos 50 años (esto dependerá, evidentemente, de la inversión realizada por dicho grupo). Se trata de una empresa española especialista en este tipo de actividades.
Actualmente se está ultimando el proyecto básico y en pocas semanas podrían conocerse más datos. La obras de construcción del campo durarían aproximadamente dos años.
Por otra parte, el Atlético Sanluqueño pasará a ser una Sociedad Anónima Deportiva la próxima campaña. De hecho, el club espera que este asunto quede resuelto en agosto o septiembre de este año. La intención de la directiva, dentro de la realidad financiera, es dar pasos ambiciosos tanto en lo institucional como en lo deportivo.