"Escuchamos mucho jaleo y cristales rompiéndose. Ha sido una escena como un videojuego de guerra con todo destrozado. Muchos compañeros estaban llorando. Esto es algo inaguantable", asegura Jesús Rueda, uno de los empleados del club.
Incluso asalariados del Xerez han llegado a pedir al presidente que se fuera. Ricardo García respondía cuando veía todo lo sucedido: "Esto no es porque esté aquí Ricardo García, sino es para que el club desaparezca. Han reventado ordenadores, material del club... Está hecho porque se ha iniciado un nuevo club y este se tiene que paralizar. Si no se va en la línea que quieren algunos, el resto no vale. Esto está dirigido por unos cuantos. Están todos identificados porque entraron a cara descubierta en plan salvaje. Se ha hecho daño a los bienes y a las personas que estaban trabajando".