La Rusia de Capello tenía ya el pase en el bolsillo y un empate bastaba para meterse en el Mundial. Por otra parte, la rivalidad entre Azerbayán y Rusia en estos momentos, sobre todo por parte de los primeros, es muy fuerte. El caso es que llegó un momento en el que el partido se quedó en 1-1. El empate satisfacía a los rusos, porque los clasificaba para Brasil, y también a los locales, que intentaban por todos los medios no perder. Para ellos, inferiores futbolísticamente, lo importante era no caer ante su odiado rival. Por eso, llegado el minuto 90, con un 1-1 que bastanta a ambos equipos, se dio una curiosa circunstancia de partido.