Eliminación copera en un partido accidentado
La historia del choque hay que contarla desde la perspectiva de lo deportivo, pero todo estuvo manchado por el lanzamiento de objetos, que provocó que el árbitro parara el juego cuando faltaban diez minutos para el final del encuentro.
Lleida Esportiu: Torres, Aldalur (Raúl Fuster, 54'), Barreda, Biel Medina, Mario (Monforte, 58'), Molo, Miramón, Bosch, Mata, Imaz y Chupe
Partido correspondiente a la tercera eliminatoria de la Copa del Rey jugado en La Granja antes unos 600 espectadores. Fuera de las instalaciones, sin lona, había unos 250 seguidores más.
El partido no pudo comenzar peor. Después de una tarjeta amarilla a los catorce segundos a Iván Aguilar, dos minutos después llegaría el primer tanto. Imaz vio adelantado a Javi Muñoz y le sorprendió con un disparo cercano al centro del campo. Era un duro mazazo para los azulinos, a los que les costó reaccionar.
El dominio era de los visitantes, que estaban más centrados. En el Xerez había muchos nervios, especialmente evidentes en Blanco, muy vulnerable en los primeros compases.
El equipo de Puma se fue soltando con el paso de los minutos. Juanse empezó a entrar en contacto con el balón y eso permitía opciones en ataque. A los 16 minutos se le señaló un fuera de juego muy dudoso a Iván Aguilar, que se quedaba solo delante de Torres. El malagueño creaba peligro, aunque en el primer cuarto de hora no se pudo contabilizar ninguna ocasión clara para los locales.
En el minuto 28, Aguilar estuvo muy cerca del empate en una gran acción personal. Ya el Xerez se había tranquilizado y empezaba a inquietar al conjunto catalán, que se conformaba con su tanto. Sin Pineda ni Sousa, Aguilar estaba muy solo y el equipo necesitaba más mordiente para superar a un equipo muy hecho.
El primer tiempo llegaba a su fin y el Xerez caía en la precipitación. El balón pasaba poco por el centro del campo y eso facilitaba las cosas al LLeida, que no tenía ya ni prisa ni necesidad de arriesgar más. El empate pudo llegar en el minuto 44. Una falta lanzada por Melo fue rematada por Iván Aguilar y cuando el balón se colaba, Biel Medina la sacó y la mandó a córner.
La segunda parte comenzó con un panorama muy similar. El Lleida contemporizando y el Xerez encomendado a Iván Aguilar. En el minuto 52 disparó nuevamente con peligro en un contragolpe, aunque en este caso tenía compañeros mejor situados para haber combinado.
Pasaban los minutos y se veía que el equipo de Puma podía empatar, pero faltaba templanza para llegar con claridad. Dani Albacete se precipitaba en el minuto 62 con un remate dentro del área. A media hora para el final, al árbitro se le veía con pocas ganas de complicarse y pitaba falta del Xerez en cada acción dentro del área del Lleida. La cosa se complicaba aún más cuando Jairo cometía penalti a Chupe en el minuto 69. Imaz lo lanzó y marcó el 0-2.
Ya era un imposible, pero la noche se tornó en surrealista cuando el árbitro, a falta de diez minutos, mandaba a todo el mundo al vestuario por el lanzamiento de unos objetos que impactaron en el banquillo del Lleida. Tras media hora de incertidumbre, se reanudó el juego y dio tiempo a que el Lleida marcara un gol en el que Mata hizo falta a Javi Muñoz y para que el árbitro se quisiera justificar pitando un penalti a favor del Xerez que transformó Iván Aguilar. El Xerez, eliminado y con un futuro aún más incierto por delante.