Tras la reanudación, y ya con 2-0 en contra, porque el propio Arturo había adelantado a la media hora a los locales, el equipo de Carlos Ríos fue un juguete en manos de un rival que va más esta temporada. El delantero manchego volvió a ver puerta para firmar un hat-trick y la sentencia llegó en las botas de Dimas.
Aún quedaban 30 minutos por delante, pero los pupilos de Alberto Monteagudo no quisieron hacer más sangre. La derrota deja al Sanluqueño en una situación complicada, con los puestos de descenso a la puerta de la esquina. O detienen la sangría de goles recibidos (ya es el equipo que más encaja del grupo IV, con 23), el futuro de los verdiblancos no será el esperado.