El técnico, que había recibido una carta del Xerez firmada por el presidente Ricardo García, en la que se le avisaba de su destitución, esperaba que alguien le explicase por qué se ha llegado a esta situación. Ahora parece que todo ha quedado resuelto: "Me han llamado para ofrecerme seguir los cinco partidos que quedan y acabar la temporada. Lo hago por los niños y por acabar el trabajo que empecé en agosto".
El lío se montó el lunes por la tarde, según Martín por el motivo de que "tantos los padres como los niños se han quejado pero nada de eso es cierto. Tengo claro que me han hecho la cama desde dentro. Por ejemplo, mi delegado es el padre del capitán del equipo y me ha defraudado bastante".
En el Xerez las explicaciones sobre la destitución, según diversos miembros de la entidad, iban encaminadas a que "nos han llegado quejas sobre su forma de tratar a los niños, no les hablaba bien y no gustaba cómo preparaba los partidos". Tras varias conversaciones, el problema parece haber quedado resuelto. Ahora falta que el Cadete B finalice la temporada lo más arriba posible (es tercero) y los niños disfruten con el fútbol.