Lo mejor para salir de una situación así es estar unidos y por eso ayer todos los profesionales acudieron a Las Aguilillas con el objeto de pasar un día agradable y que hiciera de entrenamiento invisible.
Los jugadores azulinos son conscientes de que deben darlo en las ocho jornadas que quedan. Además, se da la circunstancia de que tienen que afrontar enfrentamientos directos contra La Palma (en la jornada 33) y el Pozoblanco (jornada 35). Lebrijana, Cabecense, San Roque, Arcos, Conil y Cádiz B serán los otros rivales de los xerecistas.
La próxima semana se va a cumplir una vuelta entera sin conocer la victoria, ya que la última vez que lo logró fue contra la Lebrijana en la jornada 13. Ahora recibirá de nuevo a los sevillanos con la obligación de retomar un camino que le debe llevar a la salvación.