De hecho, sin obviar que el Xerez ha descendido y que su paso por el Fernández Marchán no ha tenido mucha repercusión en la clasificación, lo cierto es que ha sumado en tres partidos cuatro de nueve puntos posibles (tres ante Cabecense y uno frente a Arcos) y en la única derrota mereció un mejor resultado (Pozoblanco).
Apenas ha recibido goles en relación a sus anteriores escenarios (dos) y el equipo siempre ha dado la cara. Mucho tienen que ver las dimensiones del terreno de apoyo y el mayor apoyo de la grada, más cercano que en otros campos. Al menos le ha valido para cortar la sangría de derrotas consecutivas como local (ocho), que le ha dejado como el peor equipo del grupo en esta faceta.
El adiós a Guadalcacín será la próxima semana ante el Cádiz B, un derbi descafeinado pero en el que los chavales del Xerez quieren dejar un buen sello y despedir su 'nueva' casa con las gracias correspondientes.