Pero ha sido una traspié tras otro los que han condenado al equipo de Manolo Sanlúcar. Sólo un año ha durado la alegría en Segunda B y ahora las lágrimas rodean a su afición. En Valencia fue Chumbi quien dejó sin opciones al Algeciras, aunque fue ya en la recta final y cuando a los visitantes aún le hacían falta dos goles para dar la vuelta a la eliminatoria.
La épica (2-3 en la ida) no llegó y los algeciristas consumaron el descenso después de volver a adolecer de pegada en el momento más importante. Unas últimas semanas negras que condenan todo el buen trabajo realizado hasta ese momento, con el exitoso paso por la Copa del Rey incluido.