El jugador brasileño aún espera la contestación del Xerez, aunque entiende que sus condiciones serán difíciles de cumplir: "He pedido tener una casa y sueldo. Aquí será complicado, pero sí tengo claro que nunca me arrepentiré de haber venido al Xerez. Ha sido un placer jugar en un equipo tan importante y con tanta historia. Es difícil de venir de tan lejos, he cumplido el sueño de cualquier joven de jugar en Europa".
Lucas ha estado encantado con la afición azulina: "Me dicen que mi actuación ha sido buena, pero no sólo como jugador, también como persona. Soy un deportista que me cuido, no me gustan las fiestas ni bebo alcohol". Con su salida dejará buenos recuerdos del Xerez y de Jerez: "Voy a dejar muchos amigos, en el equipo, en la Iglesia... Me gustaría volver aquí, aunque no sea para jugar".