Una caída en picado desde el año pasado, en el que el Xerez jugó en Segunda División, y 15 meses después jugará, salvo milagro, en la quinta categoría en Andalucía. Una situación muy peligrosa en lo económico que se ha sumado a lo deportivo, y que ni el todavía presidente, Ricardo García, ni los miembros de la Gestora han podido resolver a su tiempo.
Otro nuevo palo para una afición que se queda en una tesitura complicada, aunque aún hay un plazo de alegaciones, por lo que la oficialidad no debería resolverse hasta dentro de unos días.