Israel fue uno de los jugadores más sinceros a la hora de analizar lo sucedido en el encuentro ante el Xerez y Los Cortijillos.
El central lamentaba que era "el partido donde más ganas teníamos de hacer las cosas bien y ha salido todo mal, pero es lo que hay y hay que levantarse. Hemos tenido ocasiones, pero no han entrado y ellos nos han pillado a la contra. Con el 0-2 teníamos esperanzas de marcar pronto y meternos en el partido, pero todo ha salido al revés".
No le inquieta el hecho de alejarse de la zona alta: "Sabíamos que con intensidad podemos ganar a cualquiera, pero si no es así cualquiera te pone la cara colorada. Hemos cometido fallos individuales en defensa. Tenemos que mirar los fallos e intentar corregirlos".
Sobre la incidencia de jugar en La Juventud admite que "puede ser que nos haya pesado la responsabilidad y ha sido mayor de la cuenta".