El técnico del Inter de Milán, Roberto Mancini, además de enderezar el rumbo del equipo rossonero, no olvidará el partido de este fin de semana ante el Génova y que acabó con triunfo local por 3-1. En un descuido recibió un balonazo de un jugador de su propio equipo que le tiró al suelo y el dejó casi KO.
Mancini se tomó después con buen humor lo sucedido, sobre todo por el importante triunfo del Inter que ahora parece que sí está en la buena línea tras la llegada de este entrenador. De momento, está lejos de los puestos europeos pero la reacción ha llegado y ven posible la remontada con Podolski y otros fichajes que deben llegar en el mercado invernal.