Parece que en el fútbol está todo inventado, aunque hay entrenadores que intentan innovar en cada partido. Es lo que ha hecho el técnico del filial del Niza en un partido ante el Grenoble. El rival tenía una falta muy peligrosa al borde del área y entonces llegó la revolución para defender la jugada. Una barrera muy especial e indestructible.
En esta ocasión los jugadores que habitualmente se colocan a nueve metros se pusieron debajo de la portería y el guardameta, a una media distancia entre sus compañeros (cinco bajo palos) y otros dos que sí estaban a la distancia adecuada... pero separados.
Los espectadores se quedaron boquiabiertos con la jugada de pizarra preparada por el Niza B, que fue maestra viendo el resultado del lanzamiento. El ejecutor de la falta decidió lanzar como siempre y se encontró con la respuesta de un rival debajo de la portería, que despejó con la cabeza sin apenas problemas. El portero, por si acaso, intentó alcanzar el disparo pero su salto no fue el mejor. Eso sí, el Niza B salió contento por esa jugada que no acabó en gol y por inventar una forma de defender las faltas que puede causar sensación a partir de ahora. Mourinho y Guardiola ya han tomado nota.