Curiosa la imagen que se ha vivido en la última jornada de la liga holandesa en el partido entre el Nac Breda y el PSV Eindhoven. El jugador Willems vio la tarjeta roja muy rápido, a los 26 segundos, la expulsión más tempranera de la historia de la Eredivise. Pero lo especial de este hecho es que no fue falta.
El árbitro, que pareció ver una falta agresiva en el jugador, no dudó en mostrarle la cartulina roja para asombro del propio Willems, que no se creó lo que le esta ocurriendo. La inferioridad numérica no influyó demasiado en el PSV, que se impuso por 0-2 en un campo complicado.