Ambiente de final en el estadio de Riazor para apoyar al Deportivo
El estadio de Riazor vistió sus mejores galas para ambientar la 'final' ante el Levante, un partido decisivo para el equipo local, el Deportivo, que el próximo fin de semana cerrará el campeonato ante el Barcelona en el Camp Nou.Carlos Alberto Fernández
El caprichoso calendario, que deparó ese final de temporada para el Deportivo en Barcelona, convirtió el último partido del curso en el feudo blanquiazul en una cita decisiva para el equipo gallego y su afición trató de darle su aliento para impulsarle hacia la permanencia.
Hora y media antes del encuentro, cientos de aficionados, unos 2.500, se citaron en la fachada de tribuna para recibir el autobús que trasladó al equipo por el paseo marítimo desde el hotel de concentración hasta el estadio.
Allí, bajo el sol y a unos 23 grados, le brindaron su apoyo coreando el lema 'Sí se puede' y 'El Dépor es de Primera' durante el tiempo que los deportivistas tardaron en bajarse del autobús y acceder, a pie, al campo.
El técnico, Víctor Sánchez del Amo, agradeció el recibimiento y a los seguidores blanquiazules les aportó confianza con el pulgar hacia arriba.
Le emularon algunos jugadores; otros, en cambio, optaron por la concentración, con los auriculares en los oídos, impasibles ante los cánticos que surgieron de las gargantas que comenzaban a afinar para el partido y que minutos después probaron los agudos con una pitada al Levante.
Fueron los valencianos los primeros en salir al césped para calentar; minutos después lo hicieron los deportivistas, recibidos con ovación cerrada.
Álex Bergantiños besó el césped en el que el Deportivo se jugaba la permanencia en Primera División, y las gradas presentaban ya un buen ambiente cuando faltaba más de media hora para el inicio del partido.
Por la semana se habían agotado las entradas, aunque hasta última hora había alguna suelta y otras en manos de numerosos reventas que intentaban colocarlas a los aficionados que pretendían sumarse al espectáculo a última hora.
El Deportivo trató de que sus seguidores estuvieran pronto en Riazor con el incentivo de un sorteo de premios para aquellos que pasaran los tornos antes de las 18:25 horas.
Aún así, muchos mantuvieron la tradición de llegar a última hora para ocupar sus asientos, sobre los que descansaban las cartulinas, unas azules y otras blancas, preparadas para formar un amplio mosaico.
Fueron bien acogidas porque a muchos les sirvieron para abanicarse y porque, en el reverso, llevaban impresas la foto de la plantilla del Deportivo, esa que les ha hecho sufrir durante toda la temporada.