Cüneyt Çakir, el árbitro que el 6 de junio pitará el final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y la Juventus en Berlín, es conocido en Turquía por combinar una autoridad indudable con una actitud siempre educada.
Nacido en Estambul en 1976, el árbitro tiene un enorme prestigio en Turquía, donde la prensa lo tilda de "orgullo de los colegiados" del país eurasiático.
Çakir es internacional de la FIFA desde 2006 y forma parte de la categoría de élite de la UEFA desde 2011.
El colegiado ha dirigido ya 70 partidos de la UEFA, entre ellos siete esta temporada: tres de la Liga Europa y cuatro de la 'Champions', entre ellos el encuentro de ida entre el París Saint-Germain y el Chelsea.
En Turquía se le conoce por su semblante siempre sonriente que mantiene a la hora de dirigirse a los jugadores, aunque no le tiembla la el pulso cuando se trata de sacar tarjetas amarillas o también rojas directas.
Así lo demostró Çakir este domingo, cuando expulsó al portero del Mersin en su partido contra el Fenerbahçe, lo que le valió acusaciones de parcialidad por parte del club perdedor.
Similar reacción obtuvo por parte de la prensa anglosajona cuando en marzo de 2013 expulsó al jugador portugués del Manchester United Nani en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid, que superó la eliminatoria.
Pero su actitud calmada y amable, incluso cuando se trata de imponer sanciones, le ha granjeado el respeto de los jugadores, que suelen acatar sus decisiones con naturalidad.
Cüneyt Çakir preocupó al mundo del fútbol en Turquía en noviembre pasado cuando tuvo que abandonar un partido a la mitad, incapaz de respirar.
Aunque en un primer momento se temía que el incidente podría significar el final de su carrera en el fútbol, el árbitro se recuperó tras una sencilla operación de pulmón.
Çakir, que también trabaja como agente de seguros y del que se dice que sigue una vida muy disciplinada y dedicada al fútbol, vive en Estambul.