Es Noticia

La redención de Luis Suárez

Francisco Ávila / EFE

Del Luis Suárez del mordisco a Giorgio Chielini o del que protagonizó aquel rifirrafe con tintes racistas con Patrice Evra solo queda el recuerdo, en un año en el Barcelona ha podido reconciliarse con el fútbol y llegará a la final de la Champions de la mejor manera y dispuesto a medirse al Juventus donde Chielini y Evra formarán parte de la defensa titular, si no existe una baja del central de última hora por problemas físicos.

Durante los cuatro meses que estuvo sancionado por la FIFA, a causa del mordisco mundialista a Chielini, Suárez tuvo la ocasión de mantener la distancia y tener una perspectiva de lo que era el Barça, el equipo que había invertido 81,5 millones de euros en su fichaje y en el que todo gira alrededor de Leo Messi.
Desde el primer día, Suárez ha tejido una magnífica complicidad con Messi y con Neymar. La química ha sido tal que entre los tres han batido todos los récords hasta el punto de anotar 120 goles desde el inicio de temporada.
La historia de Suárez es una aventura de encuentros y de desencuentros en la que su mujer, Sofía Balbi, siempre ha tenido un papel protagonista.
Miembro de una familia numerosa, Suárez, que empezó trabajando de barrendero para ayudar a la complicada economía familiar, encontró en Sofía al motivo para huir de un entorno complicado y lo consiguió gracias al fútbol.
Con 15 años se enamoró de una rubita dos años más joven y en un par de meses, los Balbi hicieron las maletas y, huyendo de la crisis, dejaron Montevideo y se instalaron en Castelldefels (Barcelona).
Desde entonces, Luis emprendió un viaje futbolístico que ha acabado en Barcelona. Primero fichó por el Groningen holandés, después el Ajax de Amsterdam y fue en Anfield (82 goles en 133 partidos) donde explotó con el Liverpool.
Luis Suárez era de los que en sus días libres viajaba desde Holanda o desde Inglaterra al Camp Nou para ver los recitales de Ronaldinho en el equipo de Frank Rijkaard.
En un año, a Luis Suárez le ha cambiado la vida. Llegó al Barça con el aura de goleador, de máximo goleador, pero con la duda sobre qué rendimiento ofrecería después de aquel episodio mundialista con Chielini.
Uno, Suárez, no habla del asunto; el otro, Chielini, no tiene inconveniente. De hecho, el italiano no tuvo problemas en perdonar la acción del uruguayo desde el primer momento y ahora está dispuesto a que todo quede en el olvido.
"Será un placer encontrarlo de nuevo, porque así vamos a dejar de hablar de lo que pasó en el Mundial. Es un asunto cerrado y seguro que para él también lo es", ha dicho el defensa.
Chielini, licenciado en Económicas, es un central que dudó entre el fútbol y el baloncesto en sus años de juventud. Es un futbolista de 1,90 metros que tiene pinta de guerrero, es más noble que duro y en Berlín volverá a medirse con Suárez. Nada será como aquella tarde de 2014 en Brasil.
La relación entre Suárez y Patrice Evra es más compleja y viene de más lejos. Se remonta a octubre de 2011, durante un partido entre el Liverpool y el Manchester United.
Tras aquel partido, Evra, hijo de un diplomático senegalés y de madre de Cabo Verde, denunció que durante aquel encuentro, Suárez utilizó insultos de tinte racial a su personal durante al menos diez ocasiones.
A consecuencia de aquella denuncia de Evra, la Federación Inglesa de Fútbol (FA) decidió suspender a Suárez con 8 partidos y aplicarle una multa de 40.000 libras esterlinas.
Ese fue el primer incidente, el segundo se produjo en febrero de 2012. El Liverpool visitaba Old Trafford y la acción se produjo durante la presentación de los equipos.
Suárez, dolido por el episodio anterior, le negó el protocolario saludo a Evra. Cuando el árbitro puso fin al primer tiempo, Evra intento agredir a Suárez. Al término del partido, que concluyó con victoria del United, Evra fue a celebrar el triunfo al lado de Suárez.
De aquel episodio han pasado tres años, del Mundial ahora se cumplirá el primer aniversario. En ese tiempo, el fútbol ha descubierto a un nuevo Suárez, un tipo solidario en el juego que este año no ha parado de asistir a sus compañeros, especialmente a Neymar.
En una temporada que para él ha durado siete meses, Luis Suárez ha marcado 24 goles y repartido 17 asistencia. Junto con Messi y Neymar forman el mejor tridente ofensivo de la historia del fútbol (120 goles entre los tres), una relación magnífica en el campo y fuera de él. En el Camp Nou, Luis Suárez se ha redimido.

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar