El Girona trata de sobreponerse al mal trago

El Girona asimila este lunes el duro golpe que supuso el empate del domingo ante el Lugo que le dejo sin el anhelado ascenso directo y le condena a jugárselo todo en la siempre incierta promoción.El partido frente al conjunto gallego terminó en unas circunstancias extrañas tras la interrupción del juego por una agresión a uno de los jueces de línea y la reanudación más tarde para disputar cuarenta segundos.
El colegiado murciano Sánchez Martínez manifestó en el acta: "Tras el impacto de una botella de agua completamente llena en el cuello de mi asistente número 1 con el juego detenido, se tomó la decisión de retirarnos al vestuario. Tras deliberar con capitanes, delegados, entrenadores, se completaron los 40 segundos restantes".
Estos hechos pueden suponerle una sanción importante al Girona, que está pendiente de la resolución del comité de competición para conocer el castigo.
El presidente del club, Patxi Otamendi, ha declarado a Catalunya Ràdio que su entidad trabaja "con los Mossos d'Esquadra en la identificación de la persona que lanzó la botella".
"Hemos revisado el acta y hemos colaborado con el árbitro, esperamos que no haya sanción", ha señalado Otamendi, quien ha subrayado sobre las críticas de ayer a la motivación del Lugo en un partido en el que sólo se jugaba los tres puntos que, "hoy, en frío", reconoce que su equipo no está en la Liga BBVA "por cinco minutos, el resto son excusas".
Sobre la promoción, el presidente está convencido de que el Girona dará "la cara" y espera que la plantilla sea capaz de conseguir el ascenso, aunque sea a través de la promoción.
El equipo de Pablo Machín ha vuelto a entrenarse hoy en una sesión de recuperación y, mañana, tendrá descanso para regresar el miércoles a la actividad y preparar el partido del jueves en Zaragoza.