La Copa América que se juega en Chile registra hasta el momento goles muy variados, pero tiene su capítulo aparte en los "goles tontos", aquellos que son producto de pifias que terminan en la red porque cerca hay un listo que sabe aprovecharse del error del rival.
"Un gol tonto" fue la descripción utilizada por el seleccionador de Jamaica, el alemán Winfried Schäfer, para definir el tanto que el martes provocó la derrota de su selección por 1-0 ante Paraguay en el Grupo B.
Esa misma expresión se puede aplicar a otros tantos poco ortodoxos que también se anotaron en la actual edición del torneo internacional, y cuyas víctimas fueron las selecciones de Brasil, Ecuador y Paraguay.
El caso de Jamaica fue el más flagrante cuando el portero Duwayne Kerr salió de su área para despejar el balón de cabeza, con tan mala suerte de que lo envió directo a la rodilla del paraguayo Edgar Benítez.
El extremo izquierdo de la selección guaraní tuvo la astucia de correr al encuentro con Kerr y se llevó la recompensa de anotar, casi sin querer, el gol del triunfo para su selección.
Para el técnico argentino Ramón Díaz, seleccionador de Paraguay, el gol "no fue uno de los mejores" del torneo, pero de igual manera les sirvió para conseguir "un gran triunfo", el primero tras acumular ocho partidos consecutivos sin ganar en la Copa América, con seis empates y dos derrotas.
Otro de los "goles tontos" de la Copa América se dio en el debut de Brasil, cuando el portero Jefferson la pifió al pasar el balón al defensa David Luiz mientras era hostigado por los jugadores de Perú.
El centrocampista peruano Christian Cueva fue el más listo en ese momento y se anticipó a la recepción de la pelota para disparar dentro del área sin oposición de la defensa.
Ese tanto fue además el más rápido en lo que va del torneo, al anotarlo cuando apenas se habían disputado tres minutos de juego, pero a Perú no le sirvió de mucho porque los brasileños lograron remontar al final del partido.
Otro pase mal calibrado le fue más útil a Argentina en su primer partido en el torneo, cuando Sergio Agüero estuvo muy atento para interceptar una cesión del defensa paraguayo Miguel Samudio al portero Antony Silva.
El delantero argentino supo leer de manera inteligente la intención del defensa y cazó el balón en el momento y lugar ideales para regatear al arquero y empujar suavemente la pelota a la red. Fue el primero de los cuatro goles que se vieron en ese partido que finalizó con empate a dos goles.
El capitán ecuatoriano Walter Ayoví también sabe lo que es recibir un gol tras cometer un error garrafal, como le ocurrió ante Bolivia.
A Ayoví le birlaron el balón muy cerca de su portería y el delantero sueco-boliviano Martin Smedberg-Dalence supo aprovechar el desconcierto para castigar esa concesión defensiva y anotar el segundo de los tres goles con los que el combinado boliviano ganó por 2-3 a Ecuador.
El defensa ecuatoriano admitió que perdieron ese partido por goles producto de "errores infantiles" que hirieron el orgullo y la dignidad de los jugadores de la Tricolor.
Esos "goles tontos" indican que en esta Copa América las defensas necesitan mejorar su concentración si no quieren caer de nuevo en las trampas de los delanteros, muy atentos en este torneo a aprovecharse del error ajeno.