Una de las grandes sorpresas en los partidos de ida de la Q3 de la Liga Europa fue la abultada goleada de la Vojvodina ante la Sampdoria (0-4), un resultado que airó a la afición local. Tanto que incluso el entrenador Walter Zenga no tuvo más remedio que pedir perdón a la grada.
El exinternacional italiano quiso evitar males mayores con sus jugadores ante el enfado de los muchos aficionados que asistieron al encuentro y que vieron cómo casi un desconocido les dejaba, salvo milagro, fuera del playoff de la Liga Europa. "Es mi culpa", repetía una y otra vez Zenga mientras se tocaba el escudo: "No quiero excusas. Teníamos un equipo preparado para ganar, pero me vi obligado a hacer cambios al estar varios jugadores afectados por un virus".
Zenga se xplicó así ante los medios: "Cuando un equipo gana se va a celebrar con su hinchada. Cuando pierdes, te vas a pedir disculpas y el entrenador debe estar delante de los jugadores. Si hubiéramos ganado no estaría allí".