La polémica transferencia del entrenador Jorge Jesús, que dejó el Benfica en junio por el rival capitalino del Sporting de Lisboa, ha provocado un nuevo episodio de tensión entre ambos clubes, el último una guerra verbal entre dirigentes.Antonio Torres del Cerro
El intercambio de acusaciones subidas de tono sucedió por la anunciada demanda del Benfica contra su extécnico Jorge Jesús, al que le pedirá 7,5 millones de euros debido a un alegado incumplimiento de contrato por, supuestamente, haber empezado a trabajar para el Sporting con contrato en vigor con el Benfica.
Al inicio de esta semana, el presidente del Sporting, el irreverente Bruno de Carvalho, denunció la maniobra de su rival y le acusó de intentar desestabilizar al club que preside, que ganó hace semana y media la Supercopa lusa precisamente al Benfica.
"Todo sirve para intentar encubrir la convulsión interna que viven" en el Benfica, señaló De Carvalho en su cuenta de Facebook.
El presidente del Sporting acusó al Benfica de "manipular" a los medios de comunicación y de tergiversar datos de socios en su favor.
El portavoz del Benfica, Joao Gabriel, respondió también en las redes sociales, en su cuenta personal de Twitter, y elevó el tono: "Hay deslumbrados que merecen lucha y hay cretinos que son solo eso... Cretinos".
El mensaje de Gabriel atizó a De Carvalho. El dirigente del Sporting atacó personalmente al portavoz benfiquista al compararle físicamente con el personaje de la popular serie "Los Simpsons", Mr. Burns, un avaro anciano propietario de una central nuclear.
"Mr. Burns, estuviste tantos años para entender que un cretino es... finalmente un cretino?", comenzó la corrosiva e hiriente misiva de De Carvalho.
El presidente del Sporting se explaya en ataques con alusiones a la mala memoria de Gabriel, directivo que, a su vez, es conocido por sus controvertidos mensajes en los últimos meses, tanto contra el entrenador del Oporto, Julen Lopetegui, como contra el propio Jorge Jesús.
La guerra dialéctica de los dos dirigentes ha sido ampliamente difundida en Portugal y, entre la propia hinchada, ha generando división de opiniones.
La propia Asociación de Hinchas Benfiquistas (AABE) condenó el intercambio de insultos y pidió a los dos dirigentes "contención".
"El fútbol no es una guerra, el fútbol es un deporte que apasiona a millones en todo el mundo, que debe ser cuidado, promovido, no vilipendiado con declaraciones de guerras tribales correspondiente a la Edad Media", señaló en un comunicado la AABE.